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La falta de esta vitamina podría producir daño cerebral

Hay tres formas en las que el cuerpo puede adquirir esta vitamina.

4 de junio de 2023
Vitaminas
La deficiencia de vitamina D puede causar un daño cerebral grave. | Foto: Getty Images

La vitamina D es esencial para muchas funciones vitales. Esta vitamina ayuda al cuerpo a absorber el calcio, uno de los principales componentes de los huesos, además juega un papel importante en los sistemas nervioso, muscular e inmunitario.

Existen tres maneras en que el organismo puede adquirir vitamina D. Una es a través de la piel, exponiéndose al sol, por ejemplo. Otra es a través de la dieta, de los alimentos que se consumen y la última es por medio de suplementos.

Las frutas son alimentos ricos en vitaminas y minerales.
Existen tres maneras en que el organismo puede adquirir vitamina D. Una es a través de la piel, exponiéndose al sol, por ejemplo. Otra es a través de la dieta, de los alimentos que se consumen y la última es por medio de suplementos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La deficiencia de vitamina D puede causar distintas condiciones, de acuerdo con el portal de la Biblioteca de Medicina de EE. UU. Medline Plus.

La vitamina D en el cerebro

De acuerdo con el diario argentino El Clarín, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Kentucky, halló que la deficiencia de vitamina D puede causar un daño cerebral grave.

El estudio fue realizado con ratones, los roedores fueron alimentados con una dieta baja en vitamina D durante varios meses y a partir de esos resultados los investigadores pudieron concluir el peso del efecto de la deficiencia de vitamina D en el cuerpo de los ratones.

La falta de vitamina D causó daños cerebrales, que se corroboraron a través de pruebas cognitivas. Los ratones mostraron una disminución significativa del rendimiento, tanto en los procesos de aprendizaje como en los de memoria.

La vitamina D se puede tomar tras la exposición al sol.
La vitamina D se puede obtener tras la exposición al sol. | Foto: Getty Images

”Teniendo en cuenta que la deficiencia de vitamina D es especialmente común entre los ancianos, se estudió cómo durante la fase de envejecimiento (entre la edad mediana y la vejez) los bajos niveles de vitamina D influyeron en el estado oxidativo del cerebro. Se necesitan niveles séricos adecuados de vitamina D para prevenir daños al cerebro contra los radicales libres y las consecuencias perjudiciales posteriores”, explicó el doctor Allan Butterfield, autor del estudio.

Resultados

Estos resultados, que fueron publicados en la revista Free Radical Biología y Medicina, muestran que la deficiencia de esta vitamina no afecta solamente a los huesos.

Otras investigaciones también habían apuntado a la idea de que un bajo nivel de vitamina D está asociado con la enfermedad de Alzheimer, además con el desarrollo de algunos tipos de cáncer y enfermedades del corazón.

¿Cuánta vitamina D requiere el organismo?

De acuerdo con el National Institutes of Health, la cantidad de vitamina D que una persona necesita por día depende de su edad. A continuación se indican las cantidades promedio diarias recomendadas.

  • Bebés hasta los 12 meses: 10 mcg
  • Niños de 1 a 13 años: 15 mcg
  • Adolescentes de 14 a 18 años:15 mcg
  • Adultos de 19 a 70 años: 15 mcg
  • Adultos mayores de 71 años: 20 mcg
  • Mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia: 15 mcg
Los expertos han advertido que de la misma manera como los órganos del cuerpo cambian a medida que pasan los años y entramos a la etapa del envejecimiento, el cerebro también sufre cambios significativos.
Los expertos han advertido que de la misma manera como los órganos del cuerpo cambian a medida que pasan los años y se entra a la etapa del envejecimiento, el cerebro también sufre cambios significativos. | Foto: Getty Images/Science Photo Libra

También es importante considerar que un exceso de vitamina D puede ser perjudicial para la salud. Cuando la concentración en sangre es demasiado elevada, este nutriente en grandes cantidades puede causar náuseas, vómitos, pérdida del apetito, estreñimiento, debilidad y pérdida de peso.