Vida Moderna
La falta de esta vitamina produce pérdida de visión y ceguera temprana
Si no se trata a tiempo la deficiencia de este nutriente, puede desatar problemas más graves.
Uno de los principales sentidos, clave para que las personas pueden tener una buena calidad de vida es la visión. De hecho, la Clínica Baviera de España precisó que la gran mayoría de las experiencias sensoriales que tienen las personas son visuales, razones de peso para trabajar en el cuidado no solo de los ojos, sino de sus funciones.
Sin embargo, con el paso de los años, los ojos van perdiendo facultades y la facilidad de ver comienza a verse afectada. Una de las principales afecciones que genera el envejecimiento es la degeneración macular, que se constituye, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, en la principal causa de pérdida de visión de personas mayores de 60 años.
No obstante, la pérdida grave de la visión no es una respuesta natural del paso de los años. Pero, la degeneración macular, la retinopatía diabética, el glaucoma y las cataratas están relacionadas principalmente con la edad.
La ceguera hace referencia a la pérdida de este sentido que no se puede corregir con lentes convencionales o con lentes de contacto. De hecho, existen dos categorías, la parcial, significa que la persona tiene una visión muy limitada, y la completa, la cual hace referencia a las personas que no pueden ver nada, ni siquiera la luz.
Tendencias
Las principales causas que pueden provocar la pérdida de visión y ceguera, según la Biblioteca de Medicina, tanto total como parcial, son: accidentes o lesiones a la superficie del ojo (quemaduras químicas o lesiones en deportes); diabetes, glaucoma, degeneración macular, obstrucción de los vasos sanguíneos a la retina, complicaciones de nacimiento prematuro (fibroplasia retrolenticular), complicaciones de cirugía de los ojos, ojo perezoso, neuritis óptica, accidente cerebrovascular, retinitis pigmentaria, y tumores como retinoblastoma y glioma del nervio óptico.
Síntomas para estar alerta
Son varias las señales que pueden indicar que una persona está perdiendo la vista, por lo que, de presentarse alguna de ellas, lo ideal será consultar al oftalmólogo lo antes posible para que sea realizada una evaluación y posibles tratamientos.
Entre ellos se destacan: problemas de adaptación de la vista en habitaciones oscuras o en el exterior por la noche; dificultad para enfocar objetos próximos o lejanos; parpadear o entrecerrar los ojos debido a sensibilidad excesiva a la luz o al brillo; ojos rojos o inflamados, o párpados hinchados; dolor repentino en los ojos o alrededor; ver una mancha oscura en el centro del punto de visión; visión doble; ver manchas o imágenes fantasmales; pérdida repentina de la vista en un ojo; visión repentina nublada o borrosa; percibir destellos de luz o ráfagas de puntos negros; ver halos o arco iris alrededor de luces o focos y pérdida de la visión periférica (lateral).
La importancia de la vitamina A
Con el fin de prevenir o evitar a toda costa estos síntomas y mantener los ojos sanos, una dieta saludable, que incluya frutas y verduras, especialmente verduras amarillas y de hojas verdes, es clave para tratar a tiempo esta degeneración macular.
Una de las opciones es el consumo de vitamina A, C y E, así como alimentos ricos en licopeno y omega-3, los cuales ayudan a prevenir la afección, entre ellos los lácteos, zanahoria, calabaza, tomate, yema de huevo, melón, espinacas y brócoli.
“La vitamina A tiene un rol muy importante en la visión. Para ver todo el espectro de luz, el ojo tiene que producir ciertos pigmentos para que la retina funcione correctamente. La deficiencia de vitamina A impide la producción de estos pigmentos, lo que ocasiona ceguera nocturna. El ojo también necesita vitamina A para nutrir otras partes del ojo, como la córnea. Sin suficiente vitamina A, los ojos no pueden producir suficiente humedad para que se mantengan debidamente lubricados”, precisó la American Academy Of Ophthalmology (AAO) en su sitio web.