Vida Moderna
La forma de consumir limón para mejorar la digestión
Para los nutricionistas, es importante que una buena alimentación incluya el consumo en pequeñas cantidades como proteínas, grasas, carbohidratos, frutas y verduras.
La digestión se entiende como un proceso a través del cual los alimentos ingeridos son absorbidos por el cuerpo y convertidos en energía o simplemente desechados.
El proceso se inicia a partir del instante en el que una persona comienza a consumir alimentos, la cual en muchas ocasiones no se hace adecuadamente debido al estado de ánimo, la postura, la hora y otras circunstancias que podrían afectar una buena digestión.
Los especialistas han advertido sobre estas afectaciones que van acompañadas con comer a las carreras, no masticar bien los alimentos o hacer otras actividades mientras se ingieren las comidas.
Eso conlleva a que una persona pueda presentar algunas situaciones como aumento de peso, problemas intestinales, dormir mal, gases, flatulencias, acidez y reflujo.
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Para los nutricionistas, es importante que una buena alimentación incluya el consumo en pequeñas cantidades como proteínas, grasas, carbohidratos, frutas y verduras. En este caso recomienda comer entre cinco y seis veces al día en porciones moderadas.
Una buena digestión tiene algunos efectos positivos como:
- Mejorar la piel: Una buena salud intestinal permite el crecimiento de bacterias beneficiosas en la flora intestinal y que se encuentran directamente ligadas a la piel. Estas se pueden encontrar además en una amplia oferta de productos con probióticos, prebióticos e incluso postbióticos.
- Rinde más al hacer ejercicio: Impacta en el rendimiento de un deportista, para quien debe ser una prioridad llevar una dieta balanceada y rica en probióticos, debido a que permite una mejor recuperación, aumentando la absorción de antioxidantes y un incremento en la absorción de proteínas y grasas.
- Cabello más sano: Una dieta equilibrada que incluya probióticos, ayuda a mejorar la salud y el bienestar del pelo. El consumo de yogur, por ejemplo, es beneficioso.
- Mejor salud mental: En el intestino se produce el 90 % de la serotonina, mejor conocida como “la hormona de la felicidad”, por lo que el consumo diario de alimentos que incluyan probióticos contribuyen al bienestar emocional y sentirse mejor.
- Mejora el sistema inmune: Los especialistas han señalado que si una persona tiene problemas gastrointestinales, es probable que sea más vulnerable a enfermedades comunes como una gripa.
Esos beneficios que van de la mano de una buena digestión, deben ir acompañados de otras acciones que también ayudan a una persona a tener una buena salud, como dormir bien, realizar alguna actividad física, disminuir los niveles de estrés y llevar una alimentación balanceada.
El ejercicio físico, al menos caminar 30 minutos al día, favorece en el proceso digestivo, ya que el sedentarismo afecta el estímulo a los órganos que intervienen en la conversión de los alimentos en los nutrientes para el cuerpo.
Pero también se debe tener en cuenta que el estrés afecta una buena digestión y con frecuencia presentan inflamaciones estomacales.
Consumir fibra, presente en las frutas, verduras y granos, agua o líquidos saludables y controlar la ingesta de alimentos fritos, golosinas, azúcares y gaseosas, y comer moderadamente son prácticas que favorecen la buena digestión.
En concreto, una buena digestión nos da una mejor calidad de vida, previene enfermedades y mantiene nuestra energía vital, teniendo en cuenta, además, que el sistema digestivo almacena el 70 % de las defensas del cuerpo, ya que contiene más de 1.000 especies de bacterias digestivas que, aparte de procesar los alimentos, nos protegen de otros microorganismos dañinos para el cuerpo.
Agua de limón
Además de las recomendaciones que se han hecho para una buena digestión, hay una que puede ser tenida en cuenta para mejorarla, el consumo de agua de limón en ayunas y que va más allá de sus propiedades depurativas.
De acuerdo con la directora técnica de Slow Life House, Laura Parada, siguiendo esta recomendación se mejora el tránsito intestinal e hidrata el colon ayudando en los procesos de estreñimiento.
La experta, señaló, además, que tomar agua de limón antes de desayunar favorece los procesos intestinales, debido a que esa fruta cítrica es rica en fibra.
Igualmente, indicó que ayuda a poner en marcha el proceso de digestión por la mañana, puede calmar la indigestión, la acidez estomacal y la hinchazón, así como estimular la producción de bilis y jugos gástricos y, por tanto, puede evitar la formación de gases.
La recomendación es que el jugo de limón se tome a temperatura templada y no caliente ya que “al estar a una temperatura igual que la de nuestro cuerpo se absorbe mucho más rápido por el hecho de que no tiene que descender su temperatura para poder asimilarla”, explicó la experta a la revista Vogue.