Vida Moderna
La fruta afrodisiaca que ayuda a mejorar la fertilidad: estos son sus beneficios
En culturas orientales, la granada se conoce como un símbolo de fecundidad.
La granada se conoce como la fruta carnosa del granado, un árbol pequeño de no más de cinco metros de altura que se aclimata en zonas semiáridas del Mediterráneo como el olivo o el naranjo.
Científicamente, se cree que el granado es originario de Irán, unas tierras que durante siglos fueron el sustento de la antigua civilización persa, y que su cultivo se remonta a tiempos prehistóricos.
Actualmente, España es uno de los principales productores mundiales, seguido de India e Irán, y el mayor exportador europeo. Esta producción se concentra principalmente en Alicante y Murcia, lugares donde aumenta el cultivo de granadas ecológicas para responder a la creciente demanda de países como Alemania e Inglaterra.
La granada y su aporte a la fertilidad
En la antigua Grecia se atribuía a Afrodita la plantación del primer granado, por lo que su fruta se vinculaba al deseo e incluso se le atribuían poderes afrodisiacos. Además, la granada, como otras frutas con abundantes semillas, ha sido sobre todo un símbolo de fecundidad y en muchas culturas se ha regalado a los recién casados, una costumbre que aún perdura en algunas regiones de China.
Tendencias
Un estudio de la Universidad de Edimburgo comprobó que “el zumo aumenta los niveles de testosterona un 30%, por lo tanto, hombres como mujeres notaron un mejora del deseo sexual y del estado de ánimo”. Otros estudios la relacionan con una mejora de la función eréctil, y un aumento de la cantidad y movilidad de los espermatozoides.
Otros beneficios de la granada
Ayudar a prevenir el cáncer
Las antocianinas de la granada disminuyen la acción de los receptores de estrógeno, lo que ayuda a prevenir cánceres como el de mama. Este efecto lo causan asimismo los flavonoides y es reforzado por la acción sinérgica de otros antioxidantes que evitan el desarrollo de células tumorales. La granada también se considera útil en la prevención del cáncer de próstata.
Proteger el corazón
Según informó el portal cuerpomente.com, “el consumo habitual de granada, tanto en forma de zumo como si se consumen sus deliciosos granos, es una buena forma de reducir el riesgo cardiovascular, ya que previene la concentración y la oxidación del colesterol “malo” (LDL) y mejora la elasticidad de las arterias”. También beneficia al corazón y al sistema cardiovascular su abundancia en potasio que contribuye a regular la tensión arterial.
Es ligera, digestiva y depurativa
Es una fruta hipocalórica, debido a su abundante agua y bajo aporte en hidratos de carbono. Esta cualidad es muy útil en dietas de adelgazamiento, cuando se quiere reducir la ingesta de calorías, pero también en ayunos que tengan como objetivo activar los mecanismos naturales de limpieza del organismo. Aunque en menor cantidad que la manzana o la pera, la granada también contiene pectina, una fibra soluble que participa en su efecto depurativo. Además, sus deliciosos granos son una notable fuente de fibra no soluble, que sacia y favorece el tránsito intestinal.
¿Cómo exprimir y tomar el zumo de granada?
Se puede utilizar el clásico exprimidor manual de naranjas y luego colarlo, ya que los utensilios eléctricos, como las batidoras, rompen en exceso la estructura de los granos, y podrían dejar un sabor amargo.
Este zumo se puede tomar tal cual, con un poco de limón u otros jugos como el de manzana, uva o zanahoria. Además, sirve para preparar salsas, helados o gelatinas.
Con él también se puede preparar la clásica granadina, un jarabe de granada más o menos espeso que se elabora reduciendo al fuego una mezcla de jugo con azúcar y un poco de zumo de limón.
La granadina se puede tomar como refresco, diluida con agua fría o con hielo picado, o emplear para regar macedonias o preparados de repostería y ensaladas.