La fruta diurética para prevenir las piedras en los riñones y combatir la retención de líquidos

La aparición de piedras o cálculos en los riñones es más frecuente de lo que podría pensarse. Esta afección se presenta cuando las sales y los minerales de la orina se concentran y se cristalizan en estos órganos.

En ocasiones estas masas sólidas se quedan ahí y en otras oportunidades se desplazan hasta el uréter y, normalmente, aunque no siempre, se expulsan al orinar. Cuando esto no sucede es posible que se presenten problemas como dificultad para expulsar la orina y mucho dolor.

Sus dimensiones pueden ser milimétricas, desde las conocidas popularmente como “arenillas”, hasta alcanzar varios milímetros que impiden que se pueda salir del cuerpo de manera natural, precisa el portal Cinfasalud.

La Asociación Española de Urología (AEU) asegura que una de cada diez personas puede sufrir de un cálculo renal en algún momento de su vida. Normalmente, la incidencia aumenta después de los 20 años y se incrementa aún más entre los 40 y los 60, especialmente en los hombres.

Es clave tener en cuenta que el sistema urinario, del cual forman parte los riñones, desempeña un papel muy importante en el cuerpo humano, ya que se encarga de filtrar las toxinas de la sangre para, posteriormente, eliminarlas a través de la orina.

Como sucede con muchas otras afecciones que debe soportar el organismo, para evitar la producción de cálculos es importante tener en cuenta la alimentación y tomar suficiente líquido, especialmente agua. A menos de que la persona padezca insuficiencia renal, los expertos recomiendan tomar de seis a ocho vasos al día, asegura el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, de Estados Unidos.

Limón para cuidar los riñones

En el marco de una alimentación saludable se puede recurrir al consumo regular de limón. Información del portal de salud Tua Saúde indica que el ácido cítrico presente en estos frutos ayudaría a prevenir la formación de piedras en los riñones, debido a que la orina es menos ácida. Además de esto, ejerce propiedades diuréticas que también ayudan a prevenir la formación de cálculos y también la retención de líquidos en el cuerpo.

En este sentido, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que el consumo de limones o naranjas es muy favorable si la persona sufre de cálculos renales de calcio y por ello recomienda ingerir estas frutas frescas o preparar limonada y tomarla. “El citrato que contienen estos alimentos evita la formación de cálculos”, precisa.

Otras frutas saludables para los riñones son la sandía, arándanos y manzanas. La primera contiene una gran cantidad de agua y posee propiedades depurativas y diuréticas. El zumo que genera la sandía favorece la limpieza de los tejidos y flujo sanguíneo y, por ende, beneficia a las funciones renales, precisa el portal de estilo de vida unCOMO.

Los arándanos, por su parte, son un potente antioxidante natural y desintoxicante, por lo que favorece la función renal de eliminar las toxinas y sustancias perjudiciales para nuestro organismo, así como deshacerse de los radicales libres; mientras que las manzanas, aportan propiedades diuréticas, ideales para limpiar estos órganos. Lo recomendable es no consumir más de una unidad al día.

Recomendaciones

Los especialistas aseguran que beber mucho líquido es importante para tratar y prevenir todos los tipos de cálculos renales. Dicen que tener suficiente líquido en el cuerpo mantendrá la orina diluida, lo que hará más difícil la formación de piedras en estos órganos.

Los líquidos más recomendados son el agua, en primer lugar, pero también es viable consumir bebidas elaboradas con jengibre, gaseosas de lima limón y jugos de fruta.

Lo aconsejable es consumir suficientes líquidos a lo largo del día para producir al menos dos litros de orina cada 24 horas. La orina debe ser de color claro, pues el amarillo oscuro es un signo de que la persona no está consumiendo suficiente líquido.

La Biblioteca de Medicina recomienda reducir la ingesta de café, té y las bebidas de cola. La cafeína puede hacer que el paciente pierda líquido demasiado rápido, lo que es posible que genere deshidratación.