La fruta milagrosa para una piel radiante: combate el envejecimiento celular y mejora la hidratación

Uno de los órganos que requiere más cuidados es la piel, porque es el que permanece en constante exposición al medio ambiente y polución, lo que aumenta la probabilidad de envejecimiento prematuro. Sin embargo, hoy en día existen productos naturales que ayudan a promover la buena salud de esta zona y también, los expertos en salud destacan las propiedades nutricionales de algunos alimentos que ayudan a aumentar la producción de colágeno de la piel.

De acuerdo con el portal web Prisma Natural, el colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano y “esta se produce gracias a la acción de unas células llamadas fibroblastos. Su función principal es la de crear y mantener las estructuras de los tejidos que forman el organismo, generando fibras resistentes, fuertes y flexibles conocidas como fibras colágenas”.

No obstante, cuando toda persona cumple 30 años, puede notar que la producción de colágeno empieza a disminuir y los signos de la edad comienzan a aparecer. Por ello, algunos dermatólogos recetan ingerir distintos alimentos ricos en esta proteína o también utilizar mascarillas caseras a base de colágeno natural.

De hecho, varios estudios señalan que el kiwi es un fruto ideal para restaurar la piel y aumentar la producción de colágeno. Esta fruta, que se caracteriza por su color marrón oscuro que encierra una pulpa verde y jugosa, de sabor ácido, muy agradable, aporta una cantidad moderada de hidratos de carbono en forma de azúcares al organismo y además, contiene fibra, fundamentalmente de tipo insoluble que lo convierte en un alimento recomendable en caso de estreñimiento.

En cuanto a la composición vitamínica, cabe destacar la elevada cantidad de vitamina C. Con el consumo de un kiwi de tamaño medio, se cubre el 85 % de las ingestas diarias recomendadas para este nutriente. En cuanto a la piel, la revista Mejor con Salud listó múltiples beneficios que trae el consumo de esta fruta a la dermis:

• Repara tejidos: en el portal Forma 180 aseguran que el kiwi repara los tejidos que se han deteriorado con el pasar del tiempo gracias a su alto nivel de vitamina C.
• Reduce el acné: al ser rico en vitamina C y antioxidantes, promueve la producción de colágeno, una proteína fundamental al momento de cicatrización del acné.
• Aclara la piel: esta fruta protege la dermis de los rayos UV, lo que evita el surgimiento de manchas. Sin embargo, no remplaza el bloqueador solar.

• Combate las arrugas: su alto contenido de vitamina E protege la piel de las quemaduras solares, los humos y otros contaminantes; también ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro.

¿Cómo utilizar el kiwi para la piel?

Esta fruta se puede consumir de forma natural para recibir todos sus nutrientes, pero también se puede utilizar en mascarillas para la piel. El portal web Un Cómo da a conocer cómo hacer dos mascarillas de kiwi:

Mascarilla #1

Ingredientes:

• 1 pieza de kiwi
• 2 cucharadas de yogur natural.

Procedimiento:

1. Pelar el kiwi y cortarlo en trozos pequeños.

2. Poner los trozos en la licuadora y añadir el yogur.

3. Procesar hasta obtener una especie de crema homogénea.

4. Limpiar la piel para que los nutrientes penetren correctamente.

5. Aplicar la mascarilla realizando masajes circulares para estimular la circulación.

6. Dejar actuar alrededor de 15 minutos.

7. Pasado el tiempo, enjuagar con abundante agua tibia.

Mascarilla #2

Ingredientes:

• 1 kiwi
• 1 naranja
• 3 cucharadas de miel.

Preparación y uso:

1. En primer lugar, se debe pelar el kiwi y luego cortarlo en rodajas con un cuchillo.

2. A continuación, se debe extraer el jugo de la naranja usando un exprimidor manual o eléctrico y luego se debe verter el líquido en la licuadora.

3. Añadir al vaso de la licuadora, las rodajas de kiwi y las 3 cucharadas de miel.

4. Procesar todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.

5. La piel debe estar completamente limpia y libre de impurezas para que todos los nutrientes de la mezcla penetren y actúen en las capas más profundas de la dermis.