Vida Moderna
La fruta que ayuda a mejorar la circulación sanguínea y es importante consumir frecuentemente
Una mala alimentación empeora la circulación sanguínea.
La circulación es el proceso mediante el cual el corazón bombea la sangre en el cuerpo. A medida que esta circula, distribuye oxígeno y nutrientes a las células y elimina los desechos. Este proceso es vital para el organismo.
Si una persona desea mejorar la circulación, debe tener en cuenta algunos aspectos como dejar de fumar, reducir la ingesta de grasas saturadas y tratar de no permanecer sentado por períodos prolongados, indica el medio especializado Medical News Today.
Cuando una persona sufre de mala circulación puede presentar fatiga, edema, mareos, dolor de cabeza, manos y pies fríos, dolor en las piernas, calambres musculares, latidos cardíacos irregulares, pérdida de cabello y sequedad de la piel, entumecimiento u hormigueo en partes del cuerpo, entre otras.
Uno de los alimentos que ayuda a tener una buena circulación sanguínea, además de traer otros beneficios a la saludo del cuerpo humano, es la sandía o también conocida como patilla en algunos lugares del país. Esta fruta es rica en licopeno, el cual es un antioxidante que impulsa la circulación de la sangre. Este licopeno permite que la sangre se mantenga libre de coágulos, por lo que es muy importante consumirla frecuentemente.
En su composición salta a la vista que la sandía tiene un alto contenido de agua. De hecho, según la Fundación Baptist Health de Estados Unidos, cerca del 92 % de la sandía está compuesta por agua.
Esa organización, además, señala que en esa medida el consumo de sandía puede ayudar a las personas a obtener una hidratación adecuada. Y recuerda que en la actualidad se han identificado más de 1.200 especies de distintas de sandías.
“El tono rojo de la sandía proviene de un importante antioxidante llamado licopeno, que puede protegerlo de enfermedades y ayudarlo a aliviar algunos síntomas. Conocida por sus diferentes nutrientes y compuestos vegetales, incluir esta fruta en su dieta le dará un impulso a su sistema inmunológico”, indica la Fundación Baptist Health.
Precisamente, el licopeno, además de ayudar a la circulación de la sangre, es fundamental para mantener los huesos fuertes, pues favorece el bienestar de las células óseas y puede ayudar a prevenir condiciones como la osteoporosis, según señalan fuentes como el medio especializado en salud, Tua Saúde.
¿Cuál es la mejor forma de almacenar la sandía?
Una de las dudas frecuentes que tienen los consumidores con respecto a la sandía tiene que ver con su seguridad, pues se sabe que una vez se corta puede empezar un proceso rápido de oxidación.
No obstante, las fuentes sanitarias señalan que, como cualquier otro alimento, el secreto de las sandías está en mantenerlas en lugares seguros y limpios.
Es importante tener en cuenta que son muy distintas las medidas que se deben tomar cuando una sandía se mantiene intacta, en comparación a las que hay que aplicar una vez ya ha sido cortada.
Por ejemplo, las sandías que aún no han sido abiertas pueden perdurar durante varios días. “Puede mantener una sandía entera durante 7 a 10 días a temperatura ambiente si no planea comerla de inmediato. Asegúrese de mantenerla alejada de otras frutas para evitar que esta fruta madure”, detalla la Fundación Baptist Health.
Mientras tanto, esa organización señala que, una vez la sandía ha sido cortada a la mitad, lo mejor es sellarla herméticamente usando una envoltura, que puede ser plástica. “El plástico evitará que la fruta absorba otros sabores de los alimentos y se eche a perder. Si decide no usar plástico, también puede cortarlo y colocarlo en un recipiente tapado hasta por 5 días”, advierte la organización sin ánimo de lucro.
Si, en cambio, las personas desean conservar una sandía en un plazo mucho más largo, la recomendación es poner la fruta en un congelador. Para ello, se recomienda cortar la sandía en cubitos de unos cinco centímetros.
Luego, advierten que se deben poner esos cubitos en una bandeja, para que no se peguen a la superficie del congelador debido a que se trata de una fruta con un alto contenido de agua. Por último, y después de que las piezas se han congelado, se aconseja ponerlas en un recipiente dentro del congelador.