Vida Moderna
La fruta que equilibra el azúcar y contribuye al buen funcionamiento del hígado
Las frutas aportan propiedades esenciales para el cuerpo.
Las frutas son alimentos que, por sus propiedades y altos contenidos de vitaminas y minerales, mejoran la salud, ya que según la Fundación Española de la Nutrición (Anibes), consumir frutas es fundamental para prevenir enfermedades gracias a los nutrientes esenciales que contienen. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda cinco porciones de 80 gramos de frutas al día.
La piña, por ejemplo, es una fruta que equilibra el azúcar y contribuye al buen funcionamiento del hígado. “La piña tiene propiedades excelentes. Además de contar con un balance perfecto entre fibra y calorías, contiene enzimas, minerales, vitaminas esenciales y un alto porcentaje de agua”, dijo la doctora López Marín, directora del Centro Médico Rusiñol.
Adicional, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló que esta tiene otras propiedades, como:
- “Actúa como antiinflamatorio, por ser rico en bromelina, principalmente su cáscara;
- Reduce los riesgos de trombosis, por contener bromelina y antioxidantes;
- Alivia los dolores en las articulaciones, por actuar como antiinflamatorio;
- Favorece la pérdida de peso, por ser rico en agua y fibras, que aumentan la sensación de saciedad;
- Mejora la salud de la piel y del cabello, por ser rico en vitamina C y betacaroteno;
- Disminuye los dolores musculares después del entrenamiento, debido a que es antiinflamatorio y favorece la recuperación muscular”.
Respecto al consumo, se debe ingerir una rebanada gruesa (80 g) de piña por día y el portal portugués recomendó consumirla fresca, deshidratada, en conserva, agregándose a diversas preparaciones como jugos, ensaladas, yogures, postres y dulces.
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“Sin embargo, para apreciar mejor su sabor entre dulce y ácido y aprovechar sus beneficios al máximo, se recomienda comerla en su estado natural”, agregó la doctora.
Sin embargo, es importante saber cómo elegir una piña, ya que los frutos recolectados prematuramente resultan ácidos y pobres en nutrientes. Por ello, hay que fijarse en varias cosas: por un lado, las hojas deben estar verdes, si están cafés o con aspecto seco es que no está madura del todo o se ha pasado, además las hojas deben desprenderse con facilidad. Si al tocarla los dedos se hunden, significa que la piña está pasada, tiene que estar dura y debe pesar, ya que tiene mucho jugo en su interior. El color debe ser amarillento tirando a dorado, si tiene muchas zonas verdes es que todavía no está en su punto.
Asimismo, una vez partida la piña no hay que tardar mucho en consumirla porque se estropea, para que dure más hay que guardarla de manera hermética y taparla bien. Si no se quiere consumir toda la piña en una sola vez, una buena opción es partirla, meterla en bolsitas y congelarla. Si la congelación se hace de manera correcta, el valor nutricional no cambia de manera significativa, por lo que su contenido en nutrientes es prácticamente el mismo. También se debe descongelar de modo correcto, es decir, lo mejor es que se descongele dentro de la nevera y no a temperatura ambiente.
Información nutricional por 100 gramos de piña
- Energía: 48 kcal
- Carbohidratos: 12,3 g
- Potasio: 131 mg
- Proteínas: 0,9 g
- Vitamina B1: 0,17 mg
- Grasas: 0,1 g
- Vitamina C: 34,6 mg
- Fibras: 1 g
- Calcio: 22 mg
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.