Vida moderna
La fruta tropical que ayuda mejorar la visión y regula la presión arterial
Mejora el funcionamiento de las arterias y ayuda a prevenir infartos.
El mango es uno de los frutos exóticos favoritos de la mayoría de la gente. Sin embargo, son pocos los que conocen sus beneficios para la salud.
Se trata de una fruta que aporta diversos beneficios para la salud, como ayudar a combatir inflamaciones, fortalecer el sistema inmune y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, debido a que es rico en vitaminas, minerales y antioxidantes, según el portal de salud Tua Saúde.
Ahora bien, las fibras solubles presentes en el mango ayudan a reducir el colesterol malo y los triglicéridos, que son los encargados de formar placas grasas en las arterias, ya que reduce la absorción de grasas de los alimentos.
Así, el mango mejora el funcionamiento de las arterias y ayuda a prevenir infartos, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. Además, la mangiferina y la vitamina C que contiene esta fruta ejercen acción antiinflamatoria y antioxidante, ayudando a reducir el daño de los radicales libres a las células y manteniendo los vasos sanguíneos saludables.
De hecho, el magnesio mejora la circulación, baja la presión arterial y mejora la osteoporosis. Ayuda a disminuir la presión arterial en individuos hipertensos, por lo que disminuye el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares, según el portal especializado HuertaTropical.
Otro de los principales beneficios que aporta el mango es que favorece la vista, gracias a la concentración en vitamina A.
Es una de las frutas que más concentración de esta vitamina tiene. El consumo de mango de manera regular contribuye a reducir, e incluso eliminar, problemas como la ceguera nocturna, picor o irritación en los ojos, etc., según el portal Nutrición y Farmacia.
Otros beneficios del mango para la salud
Favorece la piel
- La piel también recibe muchos beneficios que presenta el mango. Uno de sus efectos es mejorar la condición de los poros, eliminando la acumulación de grasa, la cual suele producir el acné.
- También regula la cantidad de grasa en todo el cuerpo, lo que incide en la buena hidratación y protección de la piel.
- Se pueden obtener estos beneficios de al menos dos maneras. Una de ellas es a través de su ingesta diaria. Pero, si se quieren ver resultados en muy poco tiempo, la mejor alternativa es colocar directamente en la piel la pulpa de esta fruta.
Estimula las defensas
- El mango es rico en nutrientes como las vitaminas A, B, C, E y K y folato que estimulan la producción de glóbulos blancos, que son células de defensa esenciales.
- Los minerales y vitaminas antioxidantes, junto con los compuestos fenólicos, ayudan al sistema inmunitario a prevenir y luchar contra las enfermedades.
- La quercetina, la isoquercetina, la astragalina, la fisetina, el ácido gálico y metilgalato tienen efectos antioxidantes.
Ejerce acción antioxidante
- La vitamina C y los compuestos polifenólicos como mangiferina, quercetina, kaempferol, ácido gálico y ácido cafeico tienen acción antioxidante, combatiendo los radicales libres y reduciendo el daño celular.
- Así, el mango podría ayudar a prevenir y combatir enfermedades asociadas al estrés oxidativo provocado por radicales libres como la aterosclerosis, infarto de miocardio, ictus, diabetes e incluso algunos tipos de cáncer.
Mantiene los huesos y músculos en forma
- La combinación de magnesio y potasio hace que el mango esté indicado para mantener en buena forma el sistema músculo-esquelético (previene desde la osteoporosis a los calambres musculares).
Previene el cáncer
- El mango contiene fenoles, los cuales permiten contar con muchos elementos necesarios para mantener el organismo en óptimas condiciones.
- Se le atribuye la capacidad de eliminar las células cancerígenas, siempre y cuando se encuentren en su primera etapa de desarrollo.
- La Universidad de Harvard, a través de un estudio, señaló que enfermedades como el cáncer de próstata se pueden prevenir con el consumo de mango. También hay resultados muy favorables en quienes ya padecen esta enfermedad en el colon o el hígado, aunque los resultados son muy pocos por el momento, por lo que requieren de más estudios.