Vida Moderna
La hierba medicinal que favorece la expulsión de gases y mejora la digestión
Los remedios caseros deben ser abordados con cuidado, pues no sustituyen el tratamiento médico.
De acuerdo con MedlinePlus, servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los gases o flatulencias se refieren al aire en el intestino que sale a través del recto. Si bien corresponden a una reacción natural del cuerpo, en ocasiones pueden resultar incómodos para algunas personas.
Los gases se forman normalmente en los intestinos a medida que el cuerpo digiere los alimentos. Así mismo, pueden hacer que el individuo se sienta inflado y desarrolle síntomas como cólicos o retorcijones en el vientre.
La formación de los gases está asociada al tipo de alimento que la persona consume, por ejemplo, si come alimentos difíciles de digerir como la fibra. Su desarrollo también aumenta cuando el sujeto ingiere algo que su cuerpo no puede tolerar. Dentro de los casos más comunes figuran la intolerancia a la lactosa.
Sin embargo, estas no son las únicas causas, por lo que la formación de gases también está asociada con los siguientes escenarios:
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- Consumo de ciertos antibióticos.
- Síndrome del intestino irritable.
- Incapacidad para absorber nutrientes en forma apropiada (malabsorción).
- Incapacidad para digerir nutrientes en forma apropiada (mala digestión).
- Tragar aire al comer.
- Masticar goma de mascar.
- Fumar.
- Consumir bebidas carbonatadas.
- Hablar mientras se come o comer muy rápido.
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica médica, detalla en su sitio web algunos alimentos comunes que inciden en la formación de gases: frijoles y guisantes (legumbres), frutas, verduras y cereales integrales.
“A pesar de que los alimentos con alto contenido de fibras aumentan la producción de gas, las fibras son esenciales para mantener tu sistema digestivo en buen funcionamiento y controlar los niveles de glucosa en la sangre y colesterol”, anota el citado portal.
La hierba que favorece la expulsión de gases
La medicina alternativa ofrece numerosas opciones para beneficiar el sistema gastrointestinal. No obstante, es pertinente recordar que los remedios caseros no cuentan con respaldo científico, por lo que su efectividad no está garantizada en un 100 %. Dicho esto, antes de intentar cualquier tratamiento natural, es recomendable consultar con un profesional de la salud.
Según reseña el portal especializado en salud y bienestar Tua Saúde, el toronjil es una planta medicinal rica en compuestos fenólicos y flavonoides con propiedades calmantes, sedantes, relajantes, antiespasmódicas, analgésicas, antiinflamatorias y antioxidantes.
Esta planta ha sido usada tradicionalmente para tratar diversos problemas de salud, en especial aquellos asociados al sistema digestivo. También ha sido empleada en tratamientos para reducir la ansiedad y el estrés.
“El toronjil contiene citral, un aceite esencial que posee acción antiespasmódica y carminativa, lo que inhibe la producción de sustancias responsables por aumentar la contracción del intestino y, por ende, alivia los cólicos y combate la producción de gases intestinales”, detalla el citado portal.
Para aprovechar los beneficios de esta hierba, una posibilidad es mediante la preparación de té.
Ingredientes:
- Una cucharada de hojas secas de toronjil;
- Una taza de agua hirviendo.
Preparación:
- Incorporar el toronjil en la taza con agua hirviendo y dejarlo reposar durante 10 minutos para que libere sus propiedades.
- Pasado el tiempo sugerido, se debe colar y la bebida estará lista.
- Se recomienda su consumo entre tres a cuatro veces al día para aliviar los gases.
¿Cuándo acudir al médico?
Si bien los gases son normales, vale la pena prestar atención a ciertos detalles que constituyen señales de alarma, pues podría advertir sobre problemas de salud más complejos. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos hace énfasis en los siguientes casos:
- Cuando se presentan gases acompañados de otros síntomas, como dolor estomacal o rectal, acidez gástrica, náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, fiebre o pérdida de peso.
- Heces fétidas y aceitosas o heces con sangre.