Colesterol
Las enfermedades cardiovasculares son muy comunes en personas mayores de 55 años. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida moderna

La hierba medicinal que mejora la circulación sanguínea y baja la presión arterial

Hay diferentes plantas que contribuyen al cuidado del corazón.

Redacción Semana
25 de julio de 2023

Son muchas las rutinas que están afectando la salud de las personas en el mundo; el sedentarismo, la falta de actividad física, el consumo exagerado de alimentos ricos en grasa, la obesidad, el tabaquismo y el alcoholismo, son las principales causas de muchas enfermedades que cobran millones de vidas a diario.

En este sentido, las enfermedades cardiovasculares son unas de las más comunes, producto de estas malas costumbres y conductas que llevan a que el organismo comience a experimentar problemas con la circulación de la sangre y la presión arterial.

Para ayudar a cuidar el corazón, hay ciertos alimentos naturales que aportan sus propiedades, no solo alimenticias, sino médicas, que terminan por mejorar las condiciones del sistema circulatorio y, por ende, la condición del organismo y del cuerpo humano.

Presión arterial
La presión arterial alta se detecta en una consulta médica. | Foto: Getty Images

Dentro de sus beneficios se encuentra, por ejemplo, el control de las arritmias, los radicales libres y otras patologías que van debilitando las arterias y el corazón.

Hierba medicinal que mejora la circulación sanguínea y baja la presión arterial

Beneficios del ginko biloba para el cerebro

Esta es una de las plantas medicinales que más aporta al organismo. Entre sus propiedades está la de mejorar la función cerebral y estimular la irrigación sanguínea en el cerebro. En este orden de ideas, se recomienda que la consuman personas mayores de 55 años o que comiencen a presentar síntomas de pérdida de memoria.

Así mismo, las personas mayores que se vean involucrados en eventos de despistes o desorientación o que estén comenzando a experimentar demencia, deberían consumirla.

Esta planta también ayuda a combatir la flebitis, várices, hemorroides, por lo que es de gran ayuda para tratar los problemas de circulación e irrigación de la sangre.

Es importante, si se va a consumir y se está en medio de un tratamiento médico, consultar al especialista par tener su autorización y poder usarla como medicina.

ginko biloba
La ginko biloba es de gran ayuda para prevenir los problemas cardiovasculares. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Cúrcuma para cuidar el corazón y el hígado

Esta es una de las especias que más ha ganado popularidad en los últimos años gracias a que es supremamente versátil y a sus diferentes usos gastronómicos y medicinales.

Ayudar a mejorar la circulación sanguínea, evita que se formen depósitos de grasa en las arterias, protege el hígado, contrarresta los radicales libres y hace mucho más lenta la oxidación de las células.

Así mismo, esta popular especia tiene propiedades vasoprotectoras, antibacterianas, antioxidantes y antiinflamatorias. En caso de que personas con cálculos en la vesícula quieran consumirla, es mejor consultar con el médico antes de hacerlo.

Síndrome de dolor en la enfermedad hepática. Examen hepatólogo. Una mujer le agarra el costado derecho por debajo de las costillas. Dolor en el higado.
La cúrcuma tiene propiedades que ayudan a cuidar el corazón y el hígado. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Factores que influyen en la presión arterial

La presión arterial es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes arteriales, de acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos.

Además, señaló que cualquier persona puede desarrollar presión arterial alta. Sin embargo, algunas personas tienen mayor probabilidad de desarrollarla debido a factores que no pueden cambiar y estos factores son:

  • Historial familiar. La presión arterial alta tiende a ser congénita en algunas familias.
  • Raza. Los afroamericanos tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta.

Adicional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que hay factores como las dietas malsanas (consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y hortalizas), la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol y el sobrepeso o la obesidad que también elevan la presión arterial.