Vida Moderna
La hierba que ayuda a tratar el cáncer y aliviar los cálculos renales
Desde hace muchos años, las personas suelen consumir las hierbas medicinales en infusión.
Las hierbas medicinales cuentan con múltiples beneficios y le ayudan al organismo a prevenir y contrarrestar diferentes enfermedades, algunas de estas con gravedad considerable. Incluso, hay una planta que ayuda a tratar el cáncer y aliviar los cálculos renales.
El cáncer es una enfermedad crónica que ocurre por mutaciones en el ADN de las células. Dentro de este, se encuentran las instrucciones para que la célula funcione correctamente. Cuando hay cambios, se generan errores en las indicaciones y las células se convierten en células malignas.
Esta enfermedad puede iniciar en un órgano y diseminarse a otros. Por ejemplo, “el cáncer de pulmón comienza en los pulmones y se puede diseminar a los ganglios linfáticos o a otros órganos del cuerpo, como el cerebro. A su vez, el cáncer originado en otros órganos se puede diseminar a los pulmones. Cuando las células cancerosas se diseminan de un órgano a otro, se le llama metástasis”, detallan los Centros para el control y la prevención de enfermedades.
Además, los expertos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) explican que el cáncer puede causar diferentes síntomas, dependiendo de dónde se origine o si se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
Por su parte, el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) explica que “las piedras en los riñones rara vez causan daño permanente si un profesional de la salud los trata”. Se trata de unos pequeños trozos que son de material sólido, el cual se asemeja al de una piedra y ocurren cuando hay una concentración alta de minerales en la orina. Estas piedras se pueden albergar en uno o ambos riñones.
El tamaño y la forma de las piedras en los riñones varía; pueden ser como un grano de arena o tan grandes como una arveja. El NIDDK señala que en muy contadas ocasiones pueden llegar a ser del tamaño de una pelota de golf. La textura puede ser lisa o irregular y su color, amarillo o café.
Pues bien, la hierba que ayuda a tratar el cáncer y aliviar los cálculos renales es el laurel, así lo destaca el portal Nación Farma. “Según un estudio, el extracto de hojas de laurel podría ser una opción natural para matar las células cancerosas y ayudar a la apoptosis (muerte celular programada), especialmente en casos de cáncer de mama”, indica el sitio.
Además, “una investigación publicada en Iranian Journal of Pharmaceutical Research, en 2014, encontró que las hojas de laurel podrían reducir la cantidad de ureasa (enzima que genera los cálculos renales) en el cuerpo”, concluye la plataforma.
¿Cómo se prepara el té de laurel?
Para aprovechar las características nutricionales de las hojas de laurel se puede elaborar una infusión, una receta que es muy popular en el caso de las plantas aromáticas. Lo único que se requiere es poner a calentar una taza de agua y cuando alcance su punto de ebullición se le añade entre una o dos hojas de laurel.
Antes de tomarla, hay que esperar que la bebida se infusione durante diez minutos, para poder extraer el sabor y propiedades de la planta, explican desde el portal Tua Saúde.
Esta preparación también puede ayudar a aliviar diferentes molestias frecuentes, tales como los cólicos, la hinchazón, regular los niveles de azúcar en sangre, tratar los síntomas asociados con la artritis, los malestares estomacales, así como puede mejorar el estado de ánimo.
¿Qué cuidados hay que tener?
La regla de oro en lo que respecta a los remedios naturales es que “todo en exceso es malo”, y aplica para el caso del laurel. Desde el portal Nutrición y Farmacia indican que hay varias contraindicaciones relacionadas con una ingesta inadecuada del té de esta planta aromática.
De acuerdo con los expertos del portal, esta infusión es poco recomendada para las personas gestantes, ya que puede generar complicaciones para llevar a término el embarazo.
Síntomas del cáncer
Los síntomas del cáncer dependen del tipo y localización del tumor. Por ejemplo, cuando esta enfermedad se presenta en el pulmón puede provocar tos, dificultad respiratoria o dolor torácico. En el colon puede ocasionar diarrea, estreñimiento y sangre en las heces, precisa información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Es posible que algunos cánceres no presenten síntomas. En ciertos cánceres, como el pancreático, los signos con frecuencia no se presentan sino hasta que la enfermedad alcanza un estadio avanzado.
Los siguientes síntomas pueden ocurrir con el cáncer:
- Escalofríos
- Fatiga
- Fiebre
- Pérdida del apetito
- Malestar general
- Sudores nocturnos
- Dolor
- Pérdida de peso
Tratamiento para el cáncer
El tratamiento varía de acuerdo con el tipo de cáncer y con su estadio. El estadio del cáncer hace referencia a cuánto ha crecido y al hecho de si el tumor se ha diseminado o no desde su ubicación original.
- Si el cáncer está en un solo lugar y no se ha diseminado, el método de tratamiento más común es la cirugía para curar el cáncer. Este frecuentemente es el caso con los cánceres de piel, al igual que los cánceres de pulmón, senos y colon.
- Si el tumor se ha diseminado solo a los ganglios linfáticos locales, algunas veces estos se pueden extirpar.
- Si todo el cáncer no se puede extirpar totalmente por medio de cirugía, las opciones de tratamiento pueden incluir radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia, terapias dirigidas al cáncer u otros tipos de tratamiento. Algunos tipos de cáncer requieren una combinación de tratamientos. El linfoma o cáncer de los ganglios linfáticos, rara vez se trata con cirugía. La quimioterapia, la inmunoterapia, la radioterapia y otras terapias no quirúrgicas se utilizan con frecuencia.
Síntomas de los cálculos renales
De acuerdo con información del instituto Mayo Clinic, un cálculo renal no suele causar síntomas hasta que comienza a desplazarse por el riñón o pasa a uno de los uréteres, que son los conductos que conectan los riñones y la vejiga.
Si un cálculo renal queda alojado en los uréteres, puede bloquear el flujo de orina y hacer que el riñón se hinche y el uréter tenga espasmos, lo que puede ser muy doloroso. En ese momento, el paciente podría experimentar los siguientes síntomas:
- Dolor punzante e intenso en los costados y la espalda, debajo de las costillas
- Dolor que se propaga hacia la parte baja del abdomen y la ingle
- Dolor que viene en oleadas y cuya intensidad fluctúa
- Dolor o sensación de ardor al orinar
- Orina de color rosado, rojo o marrón
- Orina turbia o con olor desagradable
- Necesidad constante de orinar, necesidad de orinar con mayor frecuencia u orinar en pequeñas cantidades
- Náuseas y vómitos
- Fiebre y escalofríos si existe una infección
El dolor causado por un cálculo renal puede cambiar (por ejemplo, puede trasladarse a una ubicación diferente o aumentar su intensidad) a medida que se desplaza a través de las vías urinarias.