Vida Moderna
La hortaliza que evita la formación de coágulos y reduce la presión arterial
Esta se puede consumir tanto cruda como cocinada.
El betabel, o más conocido en Colombia como la remolacha, es una de las hortalizas que más ha adquirido auge en los últimos años, gracias a todos los elementos beneficiosos que trae consigo para la salud humana; siendo cada vez más estudiada, para no solo conocer qué es lo que le entrega al organismo una vez se consume, sino de qué forma se puede aprovechar mejor y cómo se puede incluir en una forma adecuada en la dieta diaria.
La remolacha es una de las verduras que más se utiliza en nuestro país y por lo general se sirve cruda, como parte esencial de los platos fuertes, como el almuerzo o la cena. Consumirla de esta forma tiene sus pro y sus contra y es bueno conocerlos para evitar dificultades a futuro, pues muchas personas que tienen condiciones gástricas especiales, pueden resentirse al comer betabel cruda.
Ahora, si ya se hizo el intento de comerla cruda y no pasó nada, es pertinente dejar claro que esta legumbre entrega buenas cantidades de enzimas naturales, que ayudan a la digestión y la desintoxicación del cuerpo, además la fibra que otorga también colabora para que haya un tránsito intestinal óptimo y a generar un sentimiento de saciedad mucho más rápido que con otros alimentos.
Los antioxidantes del betabel también son uno de sus elementos estrellas, “como los betalaínos, que pueden ayudar a proteger las células del daño causado por los radicales libres”, tal como publica el portal La Verdad. Por otro lado, comer remolacha cruda puede generar un sabor dulce en la boca, combinado con una textura crujiente, aunque también puede ser muy intenso en su sensación.
La diferencia entre el betabel crudo y el cocinado es que cuando entra en cocción, puede perder algunas de sus propiedades,, dada la naturaleza de su transformación con la temperatura, sin embargo, sigue siendo beneficioso para la salud humana, otorgando todos los elementos descritos anteriormente. Ahora, cuando la remolacha está cocinada, puede acompañar diversas proteínas en reducciones como salsas e incluso servir de guarnición, al estilo puré.
Uno de los sistemas del cuerpo que más se beneficia de la remolacha es el cardiovascular. Décadas atrás esta hortaliza ha estado relacionada con la producción de glóbulos rojos y en esencia, lo que hace esta verdura, es otorgar altos niveles de nitratos que al ingresar al organismo se convierten en óxido nítrico, “conocido por su capacidad para dilatar los vasos sanguíneos, lo que puede ayudar a reducir la presión arterial y a mejorar el flujo sanguíneo”, tal como informa La Verdad.
Además, la revista Hypertension publicó un estudio en el que se encontró que “beber jugo de betabel redujo significativamente la presión arterial en personas con hipertensión. Otro estudio realizado en atletas mostró que consumir jugo de betabel, antes del ejercicio, mejoró su rendimiento y aumentó la resistencia”.
Expertos también anuncian que el consumo de betabel no tiene una limitación, más que la tolerancia personal e individual a su sabor y su procesamiento en el organismo, es decir, si gusta y no cae pesado es preciso incluirlo en varios platos a la semana. Lo único que sí se debe considerar es que la remolacha también otorga glucosa y esta cantidad de azúcar se debe tener en cuenta en todos los registros de la dieta.
Ahora, la remolacha también se puede consumir en forma de jugos o batidos, siendo un acompañamiento perfecto para almuerzos o incluso ser aquel carbohidrato saludable entre comidas, para así mantener un sistema digestivo activo, óptimo y en consecuencia, con un estilo de vida saludable, en el que el ejercicio debe ser una constante y la vida espiritual debe ser tan prioritaria como el deseo de tener una alimentación balanceada.