La importancia de mantener una buena hidratación al hacer ejercicio

El agua es el componente químico principal del cuerpo, al que le corresponde más del 60 por ciento del peso corporal, según la Clínica Mayo. Además, el cuerpo humano depende del agua para sobrevivir.

Todas las células, los tejidos y los órganos del cuerpo necesitan agua para funcionar bien. El agua sirve para, por ejemplo:

• Eliminar desechos a través de la orina, el sudor y la defecación.
• Mantener la temperatura normal.
• Lubricar y acolchonar las articulaciones.
• Proteger tejidos sensibles.

La falta de agua puede llevar a deshidratación, afección que se presenta cuando el cuerpo no tiene suficiente cantidad de agua para llevar a cabo las funciones normales. Hasta una ligera deshidratación puede mermar la energía y hacer sentir cansancio, reseña la misma institución.

Para hablar de hidratación corporal se debe pensar en distintos factores, tanto las cantidades a ingerir, el tipo y duración de la actividad física, como las características del ambiente y las cualidades propias de cada individuo para eliminar agua, sudor, orina, heces, respiración; también influyen el proceso de hablar y la transpiración de la piel en reposo.

Las pérdidas de agua en el organismo se conciben a través de la sed; en el momento que se siente, el organismo ya está ligeramente deshidratado.

La orina es otro factor a considerar. Orinar con relativa frecuencia y que la orina sea de color claro son un buen signo. Por el contrario, la falta de orina por largos períodos de tiempo (más de seis horas) y/o cuando esta tiene una fuerte coloración amarillenta e incluso oscura es un claro signo de deshidratación.

Muchos deportistas saben que mantenerse hidratados es una de las claves para el éxito, especialmente en eventos de larga duración. Con un dos a tres por ciento de pérdida de peso por transpiración se puede perder hasta un 20 % del rendimiento deportivo, es por esto que es de primordial importancia mantenerse hidratado durante la actividad física.

Antes de iniciar la rutina

Antes de empezar a hacer ejercicio es recomendable haber ingerido agua, esto ayudará a tener un mejor resultado en todo el proceso. Si se acompaña de una buena ingesta de alimentos equilibrada, ayudará a obtener una gran cantidad de electrolitos antes del ejercicio.

Durante el ejercicio

En esta etapa lo importante es recuperar los electrolitos perdidos debido al desgaste de la actividad. Se recomienda que entre sesiones de rutinas o cada 40 minutos se ingiera un poco de agua, no mucha para no verse afectado por la fatiga y recuperarse del desgaste del esfuerzo.

Después de realizar actividad física

Una vez finalizada la actividad física se debe tomar una buena cantidad de agua en la recuperación. Calcular el equivalente de agua promedio que se debe consumir se puede hacer mediante el peso; el líquido será la cantidad de masa perdida y este valor se multiplica por 1,5.

Cabe resaltar que las necesidades hídricas pueden variar en cada individuo de acuerdo con diversos factores como: la edad, el sexo, la intensidad y la duración de las posibles actividades físicas que se realicen, las altas temperaturas y la humedad ambiental, el tipo de ropa, y la tasa de sudor individual de cada persona.

Todos estos factores condicionan la cantidad de agua que se debería beber diariamente, hasta el punto de llegar a incrementar entre dos y seis veces las necesidades hídricas diarias del organismo.