Belleza
La mascarilla con ingredientes de cocina que permite recuperar la elasticidad y firmeza en la piel
Este remedio casero aporta en la activación de colágeno y en la hidratación de la piel.
El paso de los años, así como los malos hábitos de vida y la contaminación ambiental son factores que juegan en contra de la piel, que empieza a perder lozanía, firmeza y elasticidad.
Una mala alimentación, los bajos niveles de colágeno en el cuerpo, la falta de descanso, entre otros, pueden acelerar el proceso de envejecimiento y llevar a la aparición de signos como líneas de expresión, arrugas, manchas y otras imperfecciones que ponen al descubierto la necesidad de tomar acciones para proteger la piel.
Por ejemplo, independientemente del tipo de piel, la revista Mejor con Salud asegura que todas las personas, desde los seis meses de edad, deben usar protección contra los rayos del sol de forma permanente con el propósito de evitar problemas, como la aparición de manchas, además del desarrollo de afecciones más graves como el cáncer de piel.
De igual forma, la piel se puede cuidar haciendo uso de mascarillas caseras, las cuales protegen y ayudan a activar el colágeno y la elastina, que son las proteínas encargadas de mantenerla en condiciones saludables. La primera está presente en los tejidos conectores y es esencial para que la piel se mantenga resistente y firme; mientras la segunda le proporciona flexibilidad y elasticidad a la dermis.
Sábila y aceite de coco
Uno de estos remedios caseros puede elaborarse con sábila y aceite de coco. La mencionada planta es fuente de vitaminas y minerales que favorecen el cuidado de la piel gracias a sus propiedades hidrantes que ayudarán a mejorar su aspecto, según información del portal Gastrolab, de México.
De acuerdo con la citada fuente, la sábila ayuda a estimular y recuperar el colágeno. Por su parte, el aceite de coco contiene ácido láurico que contribuye a la producción de colágeno, al tiempo que ayuda a mantener la piel hidratada. Para preparar esta mascarilla se requiere de lo siguiente.
- Dos cucharadas de aceite de coco
- Un trozo de sábila
¿Cómo se prepara?
Para elaborarla, de acuerdo con el mencionado sitio web, se debe cortar la sábila en pequeños trozos y dejarla reposar en un recipiente con agua, por un lapso aproximado de cuatro horas. Posteriormente, se cortan los extremos para extraer la pulpa, que se puede retirar con una cuchara y ponerla en un recipiente.
La cantidad de gel debe ser de un aproximado de dos cucharadas. Se añaden las dos de aceite de coco y se mezcla muy bien. Para aplicar este producto puede hacerse con un algodón o una brocha, se extiende por todo el rostro de manera uniforme y se deja actuar de 20 a 30 minutos.
Para aplicar la mascarilla, la cara debe de estar completamente limpia. Pasado el tiempo establecido se retira con abundante agua tibia y se seca suavemente con una toalla, se hidrata la piel con la crema habitual y se repite el proceso una vez por semana. La constancia es la clave para evidenciar resultados.
Otras formas de cuidar la piel
Aspectos como alimentarse bien, descaNsar lo suficiente y hacer ejercicio de manera regular son clave para ayudar a prevenir el envejecimiento de la piel. El portal de salud y bienestar, Tua Saúde, indica que los alimentos más efectivos para cumplir este objetivo son aquellos ricos en antioxidantes, como las vitaminas A, C, y E; los carotenoides; los flavonoides, y el selenio, capaces de neutralizar los radicales libres. Estos antioxidantes se pueden encontrar en la mayoría de las frutas, verduras y granos.
Por otro lado, la revista Muy Saludable de la compañía Sanitas, de España, indica que descansar adecuadamente es vital para mantener una piel saludable, ya que durante las horas de sueño el organismo segrega varias sustancias que apoyan la regeneración celular necesaria para mantener la piel en buen estado.
Otra recomendación de los expertos es la hidratación. Beber agua ayuda a eliminar toxinas y mantener sana la piel. El agua mantiene la piel hidratada y actúa como un humectante de adentro hacia afuera.
“Como regla general, se recomienda beber unos dos litros de agua al día, y aún más en lugares con climas muy cálidos, para compensar la sudoración”, precisa la publicación de Sanitas. También se puede hidratar la piel ingiriendo frutas y verduras, especialmente las que tienen un alto contenido en licopenos y betacarotenos, como los tomates rojos, la sandía o las zanahorias.