Vida Moderna
La mascarilla que previene el acné y reduce la flacidez en la piel efectivamente
Esta hierba antioxidante refresca la piel, especialmente en casos de quemaduras solares.
El hinojo es una hierba perenne perteneciente a la familia de las umbelíferas, conocida por su distintivo aroma. Aunque el hinojo es originario de las zonas costeras del Mar Mediterráneo, hoy en día se cultiva en diversas partes del mundo con climas cálidos. Si bien su principal uso es para aromatizar alimentos, el hinojo también tiene otras propiedades menos conocidas, pero igualmente beneficiosas para el organismo, como su capacidad para ayudar en la pérdida de peso, al proporcionar sensación de saciedad, entre otras propiedades saludables.
Composición y valores nutricionales del hinojo
El hinojo, científicamente conocido como Foeniculum vulgare, es una planta perenne del género foeniculum, que se originó en el sur de Europa y actualmente se cultiva en regiones de clima templado en todo el mundo. Aunque en el pasado se utilizaba con fines medicinales, hoy en día el hinojo es muy apreciado en la cocina, debido a su aroma mentolado y se utiliza en una variedad de platos. Entre la composición del hinojo, se encuentran los siguientes valores nutricionales:
- El hinojo destaca por su riqueza en flavonoides, un compuesto vegetal con propiedades estrogénicas.
- También tiene un buen contenido en vitaminas B3, ácido fólico (vitamina B9), provitamina A y vitamina B6.
- Entre su composición nutricional, también destaca por contener varios excelentes minerales como hierro, calcio, potasio, fósforo y magnesio.
- Por último, contiene folatos y una alta concentración en sus semillas de aceite etéreo (anetol).
Tratamiento ideal para combatir el acné
Además de ser utilizado como una planta aromática en la cocina, el hinojo también puede ser un excelente tratamiento de belleza y cuidado para la piel.
El hinojo posee propiedades antibacterianas que ayudan a prevenir y reducir el acné. Esto se debe a los compuestos presentes en las semillas de hinojo, como el aceite etéreo o anetol, que tienen excelentes propiedades antiinflamatorias que disminuyen las zonas de acné y reducen el exceso de grasa en la piel.
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Para aprovechar estas propiedades, se puede preparar una infusión con las semillas de hinojo, que se pueden encontrar en tiendas de productos naturales. Al consumirla, también ayudará a eliminar toxinas e impurezas de manera interna, lo que beneficia aún más la salud de la piel.
Reducir la celulitis y la flacidez de la piel
El hinojo también es un gran aliado para combatir la celulitis gracias a las siguientes propiedades:
- Tiene excelentes propiedades antiinflamatorias que ayudan a eliminar el exceso de grasa y la hinchazón de la piel, especialmente, en el vientre.
- También contiene propiedades diuréticas que elimina las toxinas y reduce la retención de líquidos, por lo que está especialmente indicado para aquellas personas con el vientre o piernas hinchadas.
- Gracias a su contenido en vitaminas, favorece la circulación de la sangre ayudando a mejorar la apariencia de la piel.
- Es muy efectivo para regular la función hepática, lo cual, activa el metabolismo.
Calmar la inflamación de la piel y quemaduras del sol
El hinojo es rico en minerales que poseen notables propiedades antiinflamatorias, lo que ayuda a calmar inflamaciones y picores en la piel causados por factores externos como la exposición al sol y el viento.
Además, el hinojo contiene antioxidantes que refrescan la piel, especialmente en casos de quemaduras solares y también nos protegen contra los radicales libres, sustancias dañinas para la piel.
Reducir las ojeras y arrugas
Las propiedades excepcionales del hinojo lo convierten en un ingrediente muy utilizado para tratar y eliminar ojeras y bolsas debajo de los ojos, así como para mejorar y prevenir arrugas y la falta de elasticidad en la piel.
Además, las infusiones preparadas con las hojas tiernas del hinojo también pueden reducir la irritación ocular, como el cansancio visual y la conjuntivitis. Para esto, simplemente se debe preparar la infusión, dejar que se enfríe y luego humedecer los ojos con ella utilizando una gasa.