La mejor forma de tomar una pastilla para que haga efecto más rápido

En ocasiones, la medicación puede ser la mejor alternativa para tratar una enfermedad crónica o una afección leve, por el efecto de sus compuestos para aliviar las distintas molestias. Más allá de cuál medicamento se consuma, hay otros factores que pueden influir en su efecto.

Un primer aspecto tiene que ver con una práctica bastante común entre algunos pacientes, ante la dificultad para tragar los fármacos orales y es partir las pastillas. Pese a que algunas tabletas tienen la indicación por la que deben dividirse, es posible que el corte no sea preciso, lo que se modifica la cantidad de la dosis que se consume, como explican desde el portal Geriatricarea.

Ya sea que la pastilla se quiebre en varios pedazos o pierda una pequeña porción, ese cambio puede disminuir sus principios activos. Entre otra de las consecuencias de partir los fármacos orales se menciona que puede generar una experiencia desagradable para el paciente, ya que se puede percibir más fácilmente el olor y sabor del medicamento.

¿Se pueden tomar las pastillas con gaseosa?

Una de las inquietudes en relación al consumo de los medicamentos orales es si se pueden pasar con cualquier otro líquido diferente al agua, como jugos, gaseosas, tés o sin alguna bebida en absoluto.

En respuesta, los médicos han indicado que lo más idóneo es procurar consumir los fármacos con agua, ya que esto facilita su tránsito por el sistema digestivo, evitando que se atore en la parte de la garganta y comience a hacer efecto desde allí, por ejemplo.

Frente a la pregunta de si se pueden tomar con otras bebidas diferentes, el médico Alejandro Daza, en la plataforma 1DOC3, indicó que no se aconseja ingerir las pastillas con otros líquidos, debido a que, a diferencia del agua, estos pueden contener una composición química que interfiera con la absorción correcta de los medicamentos.

¿Importa si se toma la pastilla sentado o de pie?

Tomar una pastilla suele ser un proceso que se hace casi de memoria, tanto que en ocasiones las personas no suelen fijarse o preocuparse por la postura en que se ingieren los medicamentos. No obstante, hay estudios que señalan que se trata de un factor que puede influir en su efecto.

Un trabajo elaborado por científicos de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, se propuso determinar cuál era la incidencia de optar una postura u otra a la hora de consumir los medicamentos, y encontró que puede variar en la velocidad en que se procesan y desencadena su acción para aliviar las molestias.

Rajat Mittal, miembro del estudio realizado por el centro universitario, señaló que los hallazgos fueron determinantes. “Nos sorprendió mucho que la postura tuviera un efecto tan inmenso en la velocidad de disolución de una píldora”, añadió el investigador, según referencia Business Insider.

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Para su análisis comprobaron la manera en que las pastillas se transportaban por el cuerpo en cuatro diferentes posiciones del cuerpo. Usualmente, las personas tienden a consumir los medicamentos manteniendo una postura vertical, y hasta en ocasiones recostados. Sin embargo, tras su estudio, los investigadores descubrieron que tomarse la pastilla llevando el cuerpo un poco hacia la derecha era la posición en que más rápido llegaba el fármaco al estómago.

Hay que entender que al consumir medicamentos orales, estos deben pasar por el aparato digestivo, desde donde el compuesto del fármaco se mueve hacia el hígado, desde donde se distribuye a las zonas afectadas por medio del flujo sanguíneo. Por ello, entre menos tiempo tarde en llegar al estómago, explican los investigadores, menos tardará en hacer efecto.

De ninguna manera este artículo constituye una recomendación médica profesional.