EDUCACIÓN

La era de los 'nativos digitales'

Si bien la mayoría de los estudiantes tienen acceso a la tecnología, no todos lo hacen de la misma manera. Perfiles.

Marta bruges*
27 de junio de 2010

En materia de educación, los jóvenes de hoy cuentan con múltiples herramientas que van desde el ‘biblio-burro’, en apartadas zonas del Caribe, hasta las grandes bibliotecas digitales y la educación virtual.

Para conocer el fenómeno social y educativo que este salto significa, así como para poder adecuar los programas académicos, los investigadores definen tres generaciones que conviven en la sociedad actual.

Los ‘nativos digitales’ son los estudiantes y los menores de 30 años que han crecido en contacto con la tecnología y, por lo tanto, cuentan con habilidades innatas para aproximarse al lenguaje y entorno digitales. Según ciertos cálculos, dentro de 20 años este grupo podría constituir el 70 por ciento de la población mundial.
Los ‘inmigrantes digitales’ son las personas entre 35 y 55 años que se han adaptado a la tecnología, hablan su idioma pero mantienen ‘un cierto acento’.
Y los mayores de 55 años que, en su mayoría, se resisten a los cambios tecnológicos.

En Colombia, la investigadora Gloria Marciales, de la Universidad Javeriana, adelanta un trabajo con el fin de determinar los perfiles de los actuales estudiantes universitarios que ingresan a la institución con habilidades instrumentales evidentes, de acuerdo con el contexto familiar y escolar, lo cual influye en el acceso y uso de información.

Las conclusiones de este estudio, que se darán a conocer próximamente, permitieron, en primera instancia, describir tres perfiles:

EL RECOLECTOR. Es quien no planifica sus búsquedas en Internet, utiliza palabras clave que son ‘evidentes’ para iniciar la búsqueda y solo lo hace en Wikipedia. Cree que en Internet se encuentra todo; además, es fácil, gratis y rápido. Es el típico estudiante que recurre al copy-paste que, además, confunde la cantidad de nueva información con la calidad de la misma.

EL VERIFICADOR. Es el que busca en bases de datos y en Google, dependiendo del tiempo, y verifica la relación entre los textos del catálogo de la biblioteca y los textos de Internet. Busca páginas con evidencias y perspectivas diferentes. Los verificadores reconocen que los libros son una fuente útil y que lo más importante es confirmar la calidad de las fuentes.

EL REFLEXIVO. Se formula preguntas propias antes de iniciar la búsqueda de información en páginas ‘seguras’, y las analiza. Ellos creen que el uso de Internet, como fuente fundamental, depende de la disponibilidad de tiempo, y que la información correcta es la que tiene reconocimiento por alguna comunidad científica.
 
*Gerente de tesdsdfsdia