relaciones
La pareja que se conoció en Tinder y al mes decidió pasar la cuarentena en compañía mutua
La pareja ha compartido en sus cuentas de TikTok su historia de amor y cómo conocer personas en medio de la pandemia.
Entablar relaciones amorosas y conocer personas en medio de la pandemia se ha convertido en un reto para los solteros en todo el mundo, debido a los cierres de lugares públicos, distanciamientos sociales y las restricciones que han tenido que implementarse.
Por esta razón, las aplicaciones se han convertido en una buena alternativa para que las personas puedan conocer a alguien y tratar de cuadrar algún encuentro sin necesidad de tener que asistir a un evento social o que implique aglomeraciones.
Una pareja, que hizo match en la aplicación Tinder, se hizo tendencia porque representa las nuevas relaciones en medio de la covid-19. Sara Henley, quien vive en Australia, conoció a su novio a través de la aplicación.
Los dos dieron positivo por covid-19 y tomaron la decisión de pasar la cuarentena juntos, a pesar de no llevar más de un mes de conocerse.
Tendencias
@poppymoore777 “so how’d you guys meet?” #fyp
♬ Down Under (feat. Colin Hay) - Luude
La pareja empezó a convivir y compartir sus vivencias a través de sus cuentas de TikTok, contándoles a sus seguidores cómo superaron momentos incómodos, tales como acabarse de conocer y tener una sana convivencia.
En las imágenes que compartió Henley se les ve organizando la casa, viendo televisión y jugando videojuegos juntos.
@poppymoore777 sometimes you gotta let them win to see them smile🥇 #fyp
♬ slipping through my fingers - favsoundds
La historia se hizo viral y los videos tienen más de 19 millones de reproducciones. Esta es una relación que podría convertirse en la nueva forma de encontrar a la media naranja en medio de la pandemia.
La pandemia cambió la intimidad
Profamilia presentó los resultados completos de la encuesta I-SHARE, aplicada a 2.444 personas de cinco regiones del país. El estudio, que fue dirigido por la Universidad de Gante (Bélgica) y del London School of Hygiene and Tropical Medicine (Reino Unido), permite reconocer los efectos de la actual pandemia en la salud sexual y reproductiva de las personas, particularmente en temas relacionados con las relaciones afectivas, la sexualidad y el acceso a servicios. Es así como, entre los resultados más destacados, se encontró que el 80 % de las mujeres encuestadas, sexualmente activas, usa un método anticonceptivo.
Sin embargo, el 14 % de ellas enfrentó barreras para acceder a su alternativa en anticoncepción como: temor al contagio por salir de su hogar, largas filas y tiempos de espera en centros médicos, así como la escasez del método anticonceptivo debido a las medidas preventivas contra la covid-19. Por otro lado, el 9 % de las personas que participaron en el estudio necesitó una prueba diagnóstica para la detección de Infecciones de Transmisión Sexual - ITS, de ellas el 28 % refirió que no pudo acceder a las respectivas pruebas debido al confinamiento.
Para Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia, “las cifras de I-SHARE son una nueva evidencia de que la pandemia incide en diversos aspectos de la salud y el bienestar de las personas más allá del contagio por coronavirus. Por eso es necesario que, como sociedad, sigamos trabajando por la garantía plena e integral de los derechos, incluyendo los sexuales y reproductivos. En Profamilia, por ejemplo, no escatimamos esfuerzos para fortalecer nuestra capacidad de respuesta: telemedicina, asesoría virtual y visitas domiciliarias son clave para mitigar las barreras de acceso en contextos de pandemia”.
La pandemia también tuvo un efecto significativo en las relaciones de pareja. El 64 % de las personas que estaban en una relación afectiva 3 meses antes de la pandemia, terminaron su relación durante las medidas más estrictas de la cuarentena. Asimismo, 4 de cada 10 personas encuestadas que finalizaron su relación durante el confinamiento señalaron que esta ruptura estuvo relacionada con la situación de salud pública. La encuesta permitió identificar también, cambios en la frecuencia de prácticas como la actividad sexual con la pareja, la masturbación, el sexo ocasional, el consumo de pornografía, el sexting y el cibersexo.