Vida Moderna
La planta diurética que combate las infecciones, acaba con el dolor de garganta y retrasa el envejecimiento
Además de dichos beneficios, este producto de origen vegetal tiene otras implicaciones importantes en el organismo.
Si bien la medicina avanza a pasos agigantados, apoyada por el progreso de la tecnología, también es cierto que hay factores naturales como la alimentación o los buenos hábitos que continúan incidiendo en gran manera en la salud de todas las personas. Por eso, aunque los doctores recomienden fármacos de vanguardia, siguen insistiendo en la importancia de una buena dieta o del ejercicio.
Recientemente, tal lugar para la comida en el orden de prioridades ha hecho que algunos alimentos ganen popularidad de manera muy rápida, pues son aconsejados por los profesionales de la salud en diversos escenarios, ya que contienen una larga lista de beneficios.
A estos se les conoce en el mundo de la medicina como “superalimentos”, los cuales van desde frutas hasta granos, verduras o semillas. De hecho, una de estas últimas que se ha vuelto muy conocida es el achiote.
El producto de origen vegetal se ha convertido en un aliado perfecto para deshacerse de problemas estomacales, quemaduras en las paredes digestivas, dolores de garganta, problemas respiratorios, conjuntivitis y heridas.
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Además, es una de las pocas herramientas de la naturaleza que puede usarse de manera integral, pues sus hojas, raíces, semillas y hasta el polvo que se fabrica con su esencia son útiles en contextos diferentes.
Ya en el plato, muchos han optado por usarlo como condimento. Como sus semillas son muy duras, se muelen y se mezclan con agua o aceite para aprovecharlas por aparte.
También se pueden extraer tintes naturales de la capa rojiza de las semillas de achiote, los cuales se utilizan en la industria alimentaria y cosmética. Sin embargo, para obtener los máximos beneficios para la salud, se recomienda consumirlo en forma de suplemento alimenticio estandarizado, que garantice una concentración adecuada de la bixina.
De esta manera, entre todas esas propiedades y beneficios, hay tres funciones del achiote que han sido destacadas sobre las demás, pues son las principales razones de su consumo medicinal en gran parte del público.
Una de estas es la capacidad para actuar como agente antimicrobiano o antibiótico. Y es que el achiote tiene compuestos bioactivos, de los que ya se ha demostrado que tienen efectos potentes ante bacterias, hongos y otros microorganismos patógenos. Sus principales componentes, que son la bixina y la norbixina, son herramientas poderosas en contra de las infecciones de este origen.
Por otra parte, la norbixina estimula a los riñones para que produzcan más orina y eliminen el exceso de líquidos o sodio que podría haber en el cuerpo. Es decir, cuenta con características diuréticas. Este efecto, no en tanto, puede variar dependiendo del organismo de cada consumidor.
Por otro lado, el achiote es un remedio usual en los tratamientos para fortalecer el sistema inmunológico, la salud cardiovascular y las inflamaciones, por lo que su consumo podría reducir el envejecimiento de los órganos.
No obstante, estos no son los únicos impactos que tiene frente a las señales de la edad sino que gracias a su alto nivel de carotenoides, es un antioxidante fuerte, acabando con el estrés oxidativo y otras enfermedades degenerativas, ayudando a que se desacelere el deterioro del cuerpo.
En países como México, se promueve el consumo del achiote por sus beneficios para la salud: “Las propiedades medicinales del achiote se emplean para aliviar problemas de riñón, patologías estomacales, quemaduras, malestares de garganta, problemas respiratorios, conjuntivitis, dolor de cabeza y heridas”.
El achiote “en México, como cultivo nativo, está considerado patrimonio milenario por su gran importancia en la producción agrícola nacional y mundial”, detallan en la página de internet de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, de la nación centroamericana.