Vitaminas
La vitamina C estimula la producción de colágeno, la vitamina D participa en la síntesis de proteoglicanos y la vitamina E mejora la protección de la matriz del cartílago. | Foto: Getty Images

Vida moderna

La potente vitamina que ayuda a proteger las articulaciones y la salud de las rodillas

El 40 % de la población a nivel mundial mayor de 70 años sufre osteoartritis de rodilla.

29 de diciembre de 2022

Por lo general, las personas mayores son las que más sufren de dolor en las articulaciones, y en específico en las rodillas. Sin embargo, todos sin excepción pueden llegar a sentir este dolor.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad el 40 % de la población a nivel mundial mayor de 70 años sufre osteoartritis de rodilla.

En concreto, esta afección puede comenzar después de una lesión o de realizar ejercicio. Incluso, es una molestia leve que empeora si no se atiende a tiempo, así lo detalla el portal especializado en salud, MedlinePlus.

Sin embargo, si las personas experimentan una sensación de chasquido o crujido en la articulación, pero no hay dolor ni hinchazón, no hay necesidad de preocuparse, según Dennis Cardone, profesor asociado de cirugía ortopédica y medicina deportiva en NYU Langone Health.

Rodilla
Esta afección puede comenzar después de una lesión o de realizar ejercicio. | Foto: Getty Images

Ligamentos y cartílagos dañados

La zona más comprometida suele ser la de las rodillas, ya que debe soportar todo el peso, aunque también se resienten los hombros, las muñecas o los talones.

El cartílago lesionado, inflamado o dañado puede causar síntomas como dolor y limitación del movimiento. También puede conducir a daños articulares y deformidad, según el portal especializado en salud MedlinePlus.

Ambos tejidos pueden verse afectados por diferentes condiciones, entre ellas:

  • Ejercicio físico en exceso.
  • Lesiones.
  • Movimientos repetitivos.
  • Transporte de objetos pesados.
  • Envejecimiento.
  • Enfermedades degenerativas, como artritis.
  • Obesidad o sobrepeso.

Ahora bien, para prevenir estos problemas o ralentizar su progresión, Isabel Sañudo, jefa de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Clínico de Barcelona, apuesta por un equilibrio nutricional.

Vitaminas necesarias

Hay nutrientes que favorecen la nutrición del hueso, el metabolismo óseo, la protección del cartílago y su mantenimiento. “La vitamina C estimula la producción de colágeno, la vitamina D participa en la síntesis de proteoglicanos y la vitamina E mejora la protección de la matriz del cartílago por el aumento de crecimiento de los condrocitos.

El selenio, el zinc, el cobre y el manganeso, así como los ácidos grasos poliinsaturados, parecen estar implicados en los procesos de elaboración del colágeno y en la reducción de la inflamación del cartílago”, explica la experta.

Los nutrientes que destaca son las vitaminas D y C, y algunos minerales (calcio, fósforo, magnesio, silicio, azufre).

  • Magnesio: forma parte de las membranas de las células y la estructura ósea. Debe estar en equilibrio con el calcio, dado que su carencia inhibe la síntesis de vitamina D, necesaria para la correcta mineralización ósea.
  • Calcio y fósforo: complementan la formación, desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes, pero se ha de mantener un equilibrio, ya que “la abundancia o carencia de uno, afecta a la capacidad de absorber el otro”, dice la médica.
  • Azufre: el azufre se encuentra en el colágeno, elemento que forma tendones, cartílagos y ligamentos.
  • Silicio: participa en la síntesis de elastina y de colágeno, que optimizan la fijación del calcio y del magnesio en los huesos y estimula la formación y mineralización ósea.

Gelatina para las articulaciones

Está comprobado que la gelatina podría jugar un papel importante regenerador de cartílagos y ligamentos, según afirma una investigación realizada por la Universidad Yonsei (Corea del Sur).

Ingredientes:

  • 2 cucharadas de gelatina sin sabor (20 gramos).
  • 1 plátano.
  • 1 naranja.
  • 2 cucharadas de agua (20 gramos).
  • 2 cucharadas de miel (40 gramos).

Preparación:

  • Primero, exprimir el zumo de la naranja. Machacar el plátano.
  • Luego, mezclar el puré de plátano con la miel y reservar.
  • Luego, disolver con agua la gelatina y calentar a baño maría.
  • Verter el zumo de naranja y mezclar bien.
  • Después, colocar en un molde y llevar a la nevera por 20 minutos.
  • Por último, es momento de servir, colocar debajo el puré de plátano con miel y encima el cubo de gelatina con naranja.