VIDA MODERNA
La proteína esencial que ayuda a regenerar el cartílago de la rodilla
El dolor es un síntoma común que se puede presentar en personas de todas las edades.
La rodilla es una de las articulaciones que tiene mayor riesgo de desarrollar o presentar lesiones, ya sean enfermedades inflamatorias o degenerativas, o lesiones deportivas o traumáticas.
El dolor es un síntoma común que se puede presentar en personas de todas las edades. Una de las causas que genera dolencias en esta zona del cuerpo es el desgaste del cartílago o artrosis de rodilla.
El cartílago es un tejido firme que, a su vez, es flexible, y se encarga de recubrir los extremos de los huesos en una articulación. Permite, cuando está en buenas condiciones, que los huesos se deslicen con facilidad por encima de otros. Cuando está desgastado suele causar fuertes dolores y limitaciones en los movimientos, esto puede ser detonante de una deformidad.
La artrosis es una enfermedad degenerativa, que se presenta con mayor frecuencia en personas de una edad avanzada. No obstante, esta degeneración también se puede dar en personas jóvenes debido a las lesiones previas en la rodilla. La razón se debe a que el cartílago se desgasta gradualmente, disminuyendo la protección de los huesos.
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Este padecimiento, por lo general, se desarrolla lentamente y el aumento del dolor suele seguir la misma progresión, aunque también se puede dar por descompensaciones espontáneas.
Expertos del portal Mejor con Salud señalaron que para recuperar el cartílago dañado es necesario alimentarse con algunas proteínas o vitaminas y tomar suplemento de estas. Una de ellas es la lisina. Este es un aminoácido que ayuda a absorber el calcio y producir colágeno. Estos dos son necesarios para construir el tejido dañado. Los expertos señalan que se requiere de consumir al menos 12 mg por cada kg de peso. Este aminoácido se encuentra en carnes rojas, huevos, legumbres, bacalao y frutos secos.
Otros beneficios de este nutriente
Reduce el estrés y la ansiedad: como tal, este nutriente interviene en la síntesis de serotonina, un neurotransmisor que desempeña un papel clave en la regulación del estado de ánimo. Adicional a ello, varios estudios han detallado que la lisina, la cual puede ayudar a reducir los niveles de la hormona del estrés cortisol.
Previene infecciones como el herpes: este nutriente ayuda a prevenir las infecciones víricas, en particular el herpes. Algunas investigaciones han demostrado que la lisina puede ayudar a prevenir los brotes de herpes, reduciendo su frecuencia y gravedad, además de acelerar la cicatrización de las heridas.
Estimula las defensas: la lisina aumenta la producción de energía y reforzar el sistema inmunitario. Además, es necesaria para la síntesis de carnitina, una molécula que ayuda a transportar ácidos grasos a las células para la producción de energía.
Vitaminas
Además de la lisina, hay varias vitaminas que tienen la capacidad de regenerar el cartílago desgastado, como la A, C y D. “La vitamina A es uno de los componentes más fundamentales para la salud de los tejidos del organismo, posee propiedades antioxidantes y elimina los radicales libres, que dañan para las células del cuerpo. Para las personas que hayan sufrido de las articulaciones, es importante consumir suplementos que contengan vitamina A”, afirma la plataforma digital especializada Mejor con Salud.
Los riñones, el aceite de bacalao, el hígado, los huevos, los productos lácteos, el melón, los tomates, los pimientos, las toronjas, las zanahorias y la calabaza, son grandes fuentes de la vitamina A.
Por su parte, la vitamina C también “ayuda en la reparación y el crecimiento de los tejidos. Asimismo, es primordial para la producción del colágeno, una crucial proteína cuya principal función es la formación de tendones, venas, ligamentos y cartílagos”, agrega el sitio web.
La vitamina C se puede encontrar, por ejemplo, en alimentos como la naranja, el kiwi, el limón, el ajo, la toronja, la cebolla, el mango, la papaya, la piña, la guayaba, las bayas, los tomates, la lechuga, los pimientos y la calabaza.
Y en cuanto a la vitamina D, esta “es muy importante en la formación de los huesos y de los cartílagos. Se almacena en el tejido adiposo y ayuda a absorber el calcio. Si falta en nuestro cuerpo corremos el riesgo de desarrollar osteoporosis”. Esta se puede obtener tomando algunas horas de sol.