Vida Moderna
La proteína que protege el cerebro y ayuda a prevenir el Alzheimer
Esta enfermedad neurodegenerativa es la causa más frecuente de demencia en las personas mayores.
El cerebro es el órgano que se encarga de regular y coordinar lo que se hace a diario, al igual que los pensamientos, emociones y comportamientos. Además de ello, este tiene 86 billones de neuronas que hacen que el cerebro sea el centro de comando del sistema nervioso, el cual permite que ocurra el movimiento, la memoria y las emociones.
De este modo, es fundamental mantener un cerebro saludable durante la vida para alcanzar una buena salud y longevidad. De lo contrario, se pueden presentar enfermedades neurológicas y del neurodesarrollo, como la esclerosis múltiple, autismo, epilepsia, enfermedad de Parkinson, tumores cerebrales, lesiones traumáticas e incluso Alzheimer.
Según menciona la biblioteca nacional de medicina y salud de los Estados Unidos, MedlinePlus, la principal causa de demencia en el Alzheimer. Cuando una persona es diagnosticada con esta enfermedad, presenta serias complicaciones para continuar con sus actividades diarias.
Los primeros síntomas de los pacientes que han sido diagnosticados con esta patología, es que empiezan a olvidar acontecimientos que ocurrieron días e incluso horas atrás; por lo general, olvidan los nombres y el parentesco que tienen con las personas que los rodean y esto se debe a que las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje se ven fuertemente afectadas.
Para mitigar este tipo de enfermedades que afectan el desarrollo cognitivo, es importante llevar una dieta saludable junto con una buena actividad física, mental y emocional. Por otra parte, el portal web Terra ha destacado una reciente investigación que reveló que el Alzheimer puede ser evitado a través de una proteína que protege el cerebro y evita las enfermedades neurodegenerativas.
La responsable del estudio, la doctora Inmaculada Ibáñez, empleó un importante ensayo que fue publicado en la revista especializada Alzheimer’s Research & Therapy, donde pudo comprobar este dato crucial para la ciencia.
“Cuando estudiamos la función de LRP3, de la que apenas se conocía nada hasta ahora, descubrimos que influye mucho sobre los niveles de la proteína precursora de beta-amiloide (APP, por sus siglas en inglés). La APP recibe este nombre porque contiene una proteína muy pequeñita, la beta-amiloide, que es el principal componente de las placas que se encuentran en abundancia en el cerebro de las personas con la enfermedad de Alzheimer”, explicó la profesional de la salud.
Dicho estudio se desarrolló mediante muestras humanas de corteza frontal procedente del Banco de Tejidos del Instituto de Neuropatología del Hospital Universitario de Bellvitge. Este órgano analizó la expresión de LRP3 en personas de mediana edad sanas y con enfermedad de Alzheimer. Como resultado, se observó que en el cerebro de pacientes de Alzheimer, los niveles de LRP3 estaban disminuidos al comienzo de la neurodegeneración.
La proteina LRP3 es definida como un receptor con una gran capacidad de unir una proteína llamada ‘apoE’. Científicamente, el gen que expresa ‘apoE’ se encuentra especialmente asociado con la enfermedad del Alzheimer en un inicio tardío.
Por lo anterior, los investigadores detalla que el paso a seguir es poner énfasis en el vínculo entre ApoE y LRP3. Sabemos que ApoE4 es un factor de riesgo de Alzheimer y sería interesante averiguar su relación con LRP3 y, de forma indirecta, su efecto en los niveles de APP y beta-amiloide”, aseguró Ibañez.
“Descubrir la relación entre las distintas formas de ApoE y LRP3 es muy importante porque realmente el efecto que observamos de LRP3 sobre APP y la proteína beta-amiloide es bastante drástico y los niveles de estas dos proteínas clave en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer disminuyen muchísimo”, concluyó la científica.
Claves para prevenir la enfermedad
- No a las grasas saturadas: la alimentación es clave para cuidar la salud del cerebro. La ingesta diaria de frutas, verduras y grasas saludables es una de las formas de cuidarlo. Al tiempo, se deben reducir las grasas, especialmente las saturadas, los productos animales y los alimentos procesados, así como la sal.
- Estimulación de la mente: leer, escribir, calcular, aprender nuevos idiomas y hacer crucigramas son algunas de las posibilidades para desarrollar la mente. Se puede empezar a hacer esto en cualquier edad, pero cuanto antes mejor. Las actividades en grupo también son una buena opción.
- Ejercicio físico: realizar actividad física de manera regular es bueno para la salud en general y también lo es para prevenir la enfermedad de Alzheimer. Información del portal Cuerpo Mente indica que el ejercicio físico estimula la producción de diversas sustancias en el músculo esquelético. Por ejemplo, las neurotrofinas, unas proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas y actúan positivamente sobre la memoria.