Vida moderna
La química del olor: si me huele bien, puede ser mi amigo
Un estudio demostró que las personas con aromas similares tienen más probabilidades de tener una amistad y hasta un romance.
¿Puede nuestro olor corporal definir quiénes son nuestros amigos? Todo indica que sí. Un estudio publicado por la revista Science Advances menciona el experimento de unos neurocientíficos israelíes del Instituto Weizmann de Ciencias, que concluyó que las personas que tienen un olor corporal similar tienen más probabilidades de entablar amistades y llevarse bien.
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En el experimento participaron veinte grupos de amigos del mismo sexo que no eran pareja y que declararon haber congeniado enseguida, con ellas se tomaron muestras con una nariz electrónica. Luego invitaron a 24 personas desconocidas para hacer las mismas pruebas y comparar los resultados.
Los investigadores lograron constatar que los valores objetivos obtenidos en dicho experimento coincidían con las valoraciones subjetivas de los grupos de amigos, lo que supone que las parejas de amigos que olían similar podían tener una relación más positiva, que las parejas de personas desconocidas. De hecho, la nariz electrónica acertó en un 70 %, pues pudo adivinar las parejas que más congeniaban y así mismo, ellas lo manifestaron.
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“Nuestra nariz está jugando un papel más importante del que habíamos supuesto en decisiones como de quién hacerse amigo”, señala el profesor Noam Sobel, responsable del Grupo de investigación del Olfato en Weizmann.
¿Qué es la química del olor?
Un ensayo de la Universidad Veracruzana, de México, señala que “el sistema olfativo, junto con el sistema gustativo, son considerados como sentidos químico-sensoriales, ya que ambos convierten las señales químicas en percepción”.
De ahí que el olfato tenga tanto poder emocional sobre nosotros. Ya la ciencia ha confirmado que el olfato es el sentido más desarrollado al nacer. Somos capaces de distinguir el aroma de nuestra madre entre un grupo de personas que estén dentro de una habitación.
Nuestra nariz puede distinguir entre cuatro mil y diez mil aromas diferentes, pero ello no nos hace una especie con un olfato desarrollado. Los perros, por ejemplo, pueden tener hasta 300 millones de células olfativas y eso los hace tener un sentido del olfato diez mil veces superior al del ser humano.
Otro estudio en 2021 del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), de México, determinó que cuando una persona se enamora, podría ser que su organismo reacciona a una estimulación externa más allá de la vista, siendo el olfato un sentido esencial en la aparición de las primeras mariposas en el estómago.
“El proceso bioquímico mediante el cual se establece el vínculo entre la pareja consiste en que el olfato detecta moléculas esparcidas en el aire, donde sensores nerviosos en el epitelio olfativo llevan la información al cerebro y este con su memoria, reconoce el olor de la persona amada”, se explica en el estudio.
Cada persona tiene un aroma tan distintivo y único que parece una huella digital, así se disfrace con perfumes o splash, pues cada cuerpo segrega su propia aroma que es una identidad, y a su vez esto es fundamental a la hora de atraer una pareja.
Hombres y mujeres caen ante la posibilidad de añadir a sus perfumes feromonas pensando que así se convierten en imanes de atracción. Las feromonas son sustancias químicas que producimos todos los seres vivos, muchos animales se comunican a través de feromonas y hasta se dice que estas inciden en el acto sexual. Dice el estudio mexicano que las feromonas son detectadas por la mucosa olfatoria, de ahí que, su óptima percepción dependa de la salud nasal. “Pero en caso de existir alguna obstrucción nasal o enfermedad respiratoria, aún no se sabe si esto afecte el proceso de enamoramiento, pues no hay estudios en humanos que así lo demuestren; sin embargo, en animales con lesiones en el bulbo olfatorio, se ha detectado la imposibilidad del desarrollo sexual”, determinó el estudio.