Vida Moderna
La recomendación médica que se debe seguir para comer buñuelos y natilla sin problemas
Los tamales, buñuelos, natillas y las galletas son los alimentos más populares en el mes de diciembre.
La Navidad viene consigo reuniones con familiares y amigos, las comidas abundantes, los postres, los ‘traguitos’ de más y la reducción de la actividad física. Asimismo, para los que no salen a vacaciones, en el trabajo el ambiente también se relaja y la comida se vuelve protagonista.
En este contexto, el exceso de calorías se vuelve sostenido durante varias semanas y con ellas llega el sobrepeso, que se tratará de bajar, muchas veces sin éxito, al comenzar el nuevo año. Esta es una radiografía de lo que vive la gran mayoría de colombianos al relajarse con la alimentación en esta importante fecha.
En ese sentido, el buñuelo y la natilla son dos alimentos tradicionales de las fiestas de fin de año en Colombia. Pues bien, antes de lanzarse sin pudor al placer de cualquier alimento que abunde durante la Navidad, se debe pensar muy bien en las consecuencias de esa decisión, consumiéndolo de forma moderada.
Sin embargo, diferentes nutricionistas se han pronunciado y comprendiendo la relevancia de la Navidad y los distintos platos que se pueden presentar en la mesa de cada hogar colombiano y del mundo, han hecho una recomendación en especial que les permitirá a las personas poder seguir disfrutando de los alimentos frecuentes de diciembre.
En este sentido, como se mencionó anteriormente, el consejo es no comer en exceso y antes de consumir algo beber un vaso con agua, dado que, esto disminuye la carga calórica de los alimentos. Además, esto mantendrá hidratado el organismo constantemente y ayudará a eliminar las toxinas acumuladas.
Otras recomendaciones
Adriana Ruíz, nutricionista de Sodexo, comparte las siguientes 5 recomendaciones a implementar.
1. Ser originales y creativos. Para alimentarse de forma saludable, a la hora de cocinar hay que moderar las recetas con base en las grasas saturadas, las cuales se encuentran en alimentos como la mantequilla, el queso, la crema de leche, los helados, el aceite de palma, el aceite de coco y las carnes grasosas. Para reemplazarlas, se aconseja consumir alimentos que contienen grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas más saludables, como las carnes magras, el salmón, las nueces, el aguacate y el aceite de oliva.
2. Comer algo ligero antes de sentarse a la mesa. Para no caer en la tentación de comer de más en las cenas de Navidad y Año Nuevo, que por lo general se sirven tarde en la noche, es aconsejable no llegar con mucha hambre. Para ello, pueden tomar un par de vasos de agua, una fruta o un vaso de yogurt.
3. Alejarse de la mesa. En las reuniones familiares o empresariales que sirven bufet es aconsejable ubicarse lejos de la mesa de la comida para evitar que ante la cantidad y la presentación provocativa se termine consumiendo alimentos de más sin darse cuenta. A la hora de pasar a servirse es importante la elección del plato, teniendo cuidado de no elegir el más grande disponible.
4. Cuidarse de los postres o reinventarlos. Para alejarse de la rutina del año, la época de Navidad es la más propicia para comer postres, pero además para abusar de ellos, y según la región del país en la que se encuentren, la oferta es muy amplia comenzando por la infaltable natilla. En otras mesas, el arroz de leche, los dulces de durazno, de papayuela, de mora, de coco o las brevas con arequipe se convierten en las mayores tentaciones. La estrategia es servirse una cantidad pequeña y saborearla lentamente, pero sobre todo proponerse no servirse más.
5. Pasear la comida. Frente a una cena navideña, de Año Nuevo, o una comida empresarial de fin de año, es importante ponerse la meta de hacer una caminata al terminar. Quedarse sentado, definitivamente no ayuda a una buena digestión, en cambio invitar a una o a varias personas a “darse una vuelta” por el sitio ayuda a cumplir con este propósito que es importante tener en cuenta de forma previa al evento.