Cuando el tumor regresa

Cuenta la historia que en la corte de Dionisio II había un cortesano extremadamente envidioso con la riqueza y el poder del gobernante. Su nombre era Damocles. Un día Dionisio, cansado de la habladuría de su cortesano, le propuso cambiar de roles por una vez para que este pudiera disfrutar de todo lo que anhelaba. Así lo hicieron: Damocles se deleitó con la comida, la fiesta y las mujeres hasta un momento, durante un banquete, en el que se percató de que sobre su cabeza había una afilada espada sostenida por una delgada cuerda. Desde ahí decidió que prefería dejar de lado los privilegios, pues con ellos su vida pendía de un hilo.

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Ese sentimiento de incertidumbre y peligro latente de que algo pueda acabar con la vida de tajo -la espada colgante-, se ha denominado el “Síndrome de Damocles” y lo experimentan con frecuencia los pacientes oncológicos que superaron la enfermedad. El miedo a recaer en el cáncer, a volver a pasar por lo mismo y a no aguantar los tratamientos o no recuperarse de nuevo del tumor, pueden generar tanta ansiedad que incluso a muchos les afecta gravemente la calidad de vida. “Aunque el paciente sabe que es algo que podría volver a pasar, recibir la noticia de la recurrencia es algo muy fuerte que le implica volver a vivir todo lo que ya pasó. Lo que creía superado regresa y ese es un impacto emocional importante tanto para el paciente como para la familia”, explica la psicooncóloga María Castrellón.

Un estudio de la Universidad de Radboud, Holanda, hizo con supervivientes de cáncer de próstata dejó ver que el 38 por ciento de ellos tenía miedo a la recurrencia del cáncer. La clave para afrontar esta situación de la mejor manera, según los investigadores, es que el personal médico oriente de forma adecuada y explique detalladamente la enfermedad, los tratamientos administrados y las probabilidades de que la enfermedad regrese.

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“No es una noticia fácil y aunque puede esperarla, las personas no lo deean y no están preparadas para asumirla”, explica Castrellón. Agrega que “en esa medida, la invitación es a reaccionar lo más pronto posible ante la noticia. Esto implica, asistir al especialista lo más pronto posible, hacer los trámites para iniciar el tratamiento y volver a arrancar el proceso en el menor tiempo posible porque el cáncer es un tema de tiempo”.

Sin embargo, en algunos casos el acompañamiento no es el adecuado y sumado al drama emocional que significa recaer en un cáncer, muchos pacientes tienen que ver cómo la atención médica en esta segunda oportunidad no es la misma. Así lo explica Alejandra Toro, directora de la Fundación Rasa, una organización que trabaja para proteger los derechos de pacientes con enfermedades crónicas y de alto costo: “Todos los días trabajo con casos de mujeres que han avanzado en el cáncer y se enfrentan a situaciones en las que se ven relegadas en la consulta”, dice. “En algunas ocasiones, vemos cómo en la primera vez el cuerpo médico ‘la mete toda’ para que la paciente salga adelante, pero cuando recae se pierde el interés porque asumen que no se van a curar”, agrega Toro.

A pesar de esa desesperanza y del panorama gris que muchos pueden ver después de que llega la noticia de que el cáncer volvió, este no es el final del camino pues hoy en día son muchas las alternativas de tratamiento. “Lo que debe pensar el paciente es que, precisamente, si la primera vez le funcionó y estuvo tanto tiempo libre de cáncer, hay una alta posibilidad de que el nuevo tratamiento también genere un efecto positivo”, dice Castrellón. “De no ser así, hay más líneas de tratamiento para ofrecerle. En caso de que se agoten los recursos terapéuticos, de todas maneras está la opción de tratamientos paliativos que le van a garantizar la calidad de vida”. Famosos como el cantante Robi Draco Rosa o el actor Hugh Jackman han sobrevivido a la recurrencia del cáncer.

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En todo caso, en este tema la clave es el tiempo. Según afirma Toro, si se insistiera tanto en tener un acceso oportuno a los tratamientos, como en llegar a un diagnóstico temprano, se evitarían tantos casos de cáncer avanzado. “Una atención oportuna va a disminuir mucho el porcentaje de una recaída y esto le baja costos al sistema de salud”, concluye.