Vida Moderna
La rumba pura y dura a los 20 años aumenta el riesgo de problemas cardíacos
Un estudio hecho con la colaboración de más de un millón de personas en Estados Unidos dispara las alarmas sobre los peligros de la fiesta desenfrenada de los jóvenes.
James Dean, la estrella del Hollywood de la década de 1950 decía: “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”. De hecho murió a los 24 años y aparte del legado de sus películas como Rebelde sin causa, dejó esta frase que se ajusta hoy a la investigación de la Universidad Estatal de Louisiana, Estados Unidos. Según los científicos del estudio el estilo de vida loco y desenfrenado de los jóvenes a los 20 años podría ocasionarles enfermedades prematuras del corazón.
Los investigadores observaron a 1,1 millones de personas, y compararon su consumo de alcohol, drogas y cigarrillos con las tasas de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. El doctor Anthony Wayne Orr, autor del estudio encontró que este tipo de comportamiento puede llevarlos a desarrollar una enfermedad cardiaca antes de tiempo. Ante el hallazgo dijo una frase que podría ser la respuesta a la de Dean: “Solo somos jóvenes una vez, y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mantener ese estado mientras podamos”.
Wayne y su equipo descubrieron que cuanto mayor es la cantidad de sustancias que se usan de forma recreativa, mayor es el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca prematura.
El estudio publicado en la revista Heart revela que quienes consumen regularmente cuatro o más sustancias, corren un riesgo nueve veces mayor; los adictos a la cocaína dos veces y media más, y los que prefieren las anfetaminas, casi tres veces más probabilidades. Hay ejemplos de esto en estrellas del espectáculo como Amy Winehouse, Jim Morrison, Janis Joplin o Jimi Hendrix, quienes murieron entre los 20 y 30 años de edad debido al abuso de las drogas y el alcohol.
Tendencias
Según la investigación, la cifra del riesgo que se corre con el cannabis y otras drogas es más de dos veces y media. Pero no solo se trata de drogarse: los fumadores tienen casi el doble de probabilidades, mientras que la cifra de bebedores es del 50 por ciento.
Los estudios sugieren que uno de cada cinco adultos jóvenes hace un mal uso de varias sustancias y que es muy frecuente que empiecen a consumirlas a edades cada vez más tempranas. La nefasta consecuencia es que tienen una salud muy deteriorada a largo plazo: “Deben ser conscientes de que el riesgo va más allá de una sobredosis”, recalca Wayne.
Según el Observatorio de Drogas de Colombia, el consumo de sustancias psicoactivas por jóvenes en el país es un problema crítico, no solo por el aumento sistemático que señalan los estudios, sino por las repercusiones en la salud pública: “El consumo de drogas ilícitas crece no solo porque más personas las usan, sino porque el mercado es cada vez más amplio y diverso.
Por otra parte, en Colombia las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de fallecimiento. Según el DANE, de las 242.609 muertes ocurridas en 2019, más de 54.000 correspondieron a enfermedades isquémicas del corazón y a enfermedades cerebrovasculares, mientras que en el periodo de enero a julio de 2020 se registraron 14.662 muertes por encima del promedio de los últimos 5 años.
En el mundo, se estima que entre el 2020 y el 2021 las muertes por enfermedades cardiovasculares aumentarán en un 20 por ciento y, en el año 2030 estas afecciones serán responsables del 75 por ciento de los decesos. Es decir, se calcula que en 2030 morirán cerca de 23,6 millones de personas y se pronostica que seguirán siendo la principal causa de muerte a nivel global.