La semilla antiinflamatoria que ayuda a aliviar la artritis y disminuye el colesterol

La calabaza es un alimento con muchas propiedades y nutrientes que no solo contribuyen a una buena alimentación, sino que puede ser utilizada para aliviar algunas dolencias y evitar otras afecciones de salud.

Esta hortaliza es rica en agua y en fibra, por lo que produce un efecto saciante, con bajo aporte calórico, ideal para personas de sobrepeso y con problemas digestivos, además contiene betacaroteno, responsable del color anaranjado de la calabaza, que es un componente antioxidante que ayuda a eliminar radicales libres, previniendo el envejecimiento celular y, además, es laxante.

Estudios han permitido determinar que además posee hidratos de zinc, fósforo, cobre, carbono, hierro, potasio, calcio, magnesio, y vitaminas A, B3, C, E y K, así como también incluyen ácido fólico, ácido linoleico, ácidos grasos omega-6 y ácidos grasos omega-3.

De acuerdo con la Fundación Española de Nutrición, “se destaca por su carácter digerible, pues entre sus componentes predomina el agua y carece de grasas y glúcidos”.

En relación con el uso como alimento, los expertos recomiendan que para evitar las pérdidas de vitaminas y minerales por disolución y por destrucción, se debe aprovechar el líquido de cocción de la calabaza en caldos o sopas, ya que es rico en vitaminas y minerales.

Igualmente, se pueden incorporar las verduras cuando el agua ya está caliente, ya que de hacerlo en agua fría las pérdidas pueden llegar a duplicarse.

Aconsejan, además, cortar la calabaza en trozos grandes cuando se van a hervir, debido a que la subdivisión de los alimentos favorece el aumento de las pérdidas, según la Fundación Española del Corazón.

De manera que este producto se puede encontrar en preparaciones como sopas, cremas, guisos, así como en postres.

Las semillas

Pero además de esos valores nutricionales como alimento, las semillas juegan un papel importante en la salud, como el alivio de la artritis y la reducción del colesterol en la sangre.

Estas se pueden consumir tostadas, las cuales tienen un sabor suave y dulce, similar al de la nuez, con una textura masticable y que tiene grandes aportes nutricionales, de acuerdo con el portal Mejorconsalud.

Para consumirlas se deben hervir en agua y sal. Se echan en el horno para tostar. Se puede consumir así directamente o utilizarse en otras preparaciones.

“Una opción es tostarlas con sal y utilizarlas en preparaciones como ensaladas o sopas, por ejemplo. También se pueden caramelizar y agregar a la preparación del muesli o de barras de cereales caseras”, según la publicación.

Otra opción es pulverizar las semillas de calabaza y añadirlas a un combinado de frutas frescas y frutos secos. Una vez se tenga la mezcla se puede ingerir con copos de maíz y otros cereales, ya sea fría o caliente.

Finalmente, las semillas de calabaza se pueden utilizar para hacer pan o galletas caseras, añadiéndolas en la harina que se utilice para la preparación. En el mercado se puede encontrar aceite con estas semillas en tiendas especializadas.

Beneficios

Por la presencia de zinc, ayuda a prevenir la osteoporosis debido al efecto estimulante sobre la formación y mineralización ósea.

Así mismo, investigaciones han permitido determinar que, por su efecto antiinflamatorio, el aceite de semillas de calabaza actúa favorablemente sobre la artritis. Igualmente, debido a sus propiedades es con beneficiosas para la salud de la próstata.

“La mezcla de lino y semillas de calabaza complementada en la dieta podría ser útil para prevenir la diabetes y sus complicaciones” detalló el portal al destacar que así lo establecen varios estudios.

Otras investigaciones “sugieren que una semilla de calabaza podría reducir significativamente las concentraciones de colesterol LDL e incrementar los niveles de HDL”, de maneta que se reduzca el riesgo de este en la sangre y por ende en la salud. Puede ser, además, un complemento en el tratamiento de los parásitos intestinales.

Los expertos advirtieron que aunque se trata de un producto seguro en su consumo, puede tener efectos secundarios si se ingiere en exceso o de manera continuada.

No obstante, aunque su consumo se considera seguro, pueden surgir efectos secundarios derivados del consumo excesivo o continuado. Incluso si una persona está bajo un tratamiento médico es importante consultar con el especialista antes de consumir las semillas de calabaza.