Alzheimer-Gupta
Más de 50 millones de personas padecen de demencia en todo el planeta y es la mayor causa de inhabilidad y pérdida de independencia entre las personas de la tercera edad. | Foto: Getty Images

Salud mental

La soledad aumenta el riesgo de demencia

Los expertos advierten que una cosa es sentirse solo y otra muy distinta estar verdaderamente aislado de los demás.

25 de marzo de 2021

Aquellos que experimental el sentimiento de soledad en la edad madura están más expuestos a sufrir demencia en la vejez, según un estudio realizado en Estados Unidos entre personas de 45 a 64 años.

Un grupo de especialistas de Boston University se propuso entender la incidencia de dicha condición en las afecciones degenerativas, entre las cuales se incluye el mal de Alzheimer, en el cual la demencia es una de las manifestaciones más fuertes.

Para hacerlo examinaron datos de personas en condiciones cognitivas normales del estudio Framingham Heart, que ha reclutado voluntarios para esta clase de trabajos desde 1948.

El análisis también concluyó que hay una relación entre el tiempo que dura la soledad. Así, aquellos que permanecen solos de modo transitorio disminuyen el peligro de padecer de demencia, un mal que no tiene cura.

La doctora Wendy Qiu, profesora de psiquiatría y farmacología de la universidad y una de las conductoras del estudio explicó: “Si bien la soledad es una amenaza para la salud del cerebro cuando es persistente, también es cierto que si es transitoria puede ser una protección en el comienzo de la demencia, en virtud de la resiliencia psicológica de la cual es capaz el ser humano luego de experiencias adversas”.

Estos resultados son muy pertinentes justo ahora que muchos se están quejando de sentirse solos y aislados debido al confinamiento impuesto por la pandemia del coronavirus.

Si bien aún no son claras las razones de la incidencia de la soledad en el peligro de demencia, los expertos creen que sus conclusiones pueden ayudar a desarrollar estrategias para prevenirla.

La soledad no es considerada una enfermedad clínica, a pesar de que está asociada a trastornos como los problemas de sueño, depresión y embolia.

Esta es solo una de las exploraciones más recientes al respecto. Hace poco, “The Journals of Gerontology: Series B”, publicó los hallazgos de un trabajo de Florida State University según el cual la soledad se asoció con un riesgo cuarenta por ciento mayor de desarrollar demencia en el periodo de diez años que duró la observación.

Los especialistas también encontraron que esta relación es independiente de otros factores como género, raza, nivel educativo o procedencia cultural.

Las personas que se sienten solas también se convierten en buenas candidatas para sufrir presión alta, diabetes y depresión, además de que tienden a una vida muy sedentaria y a fumar sin control.

Incluso quienes controlan otros factores de riesgo, pueden contar que la soledad será una debilidad para su salud.

Lo que produce el declive mental es sentirse solo y no la mayor o menor cantidad de contacto social.

Pero, ¿qué es en realidad la demencia?

La Organización Mundial de la Salud la define como “un síndrome en el cual hay deterioro de la memoria, el pensamiento y la capacidad de desarrollar las actividades cotidianas”.

La institución también refiere que la sufren alrededor de 50 millones de personas en todo el planeta y es la mayor causa de inhabilidad y pérdida de independencia entre las personas de la tercera edad.

En los diversos análisis que se realizan sobre soledad y pérdida de la memoria, los expertos aclaran que lo que realmente contribuye al declive es sentirse solo y no el mayor o menor contacto social que se tenga.

“La soledad es el sentimiento de que uno no encaja o no pertenece al grupo de personas que tiene alrededor”, explicó Angelina Sutin, una de las expertas de la investigación de Florida, quien agregó el ejemplo de alguien que vive solo, no tienen mucho contacto con la gente, pero con eso le basta para satisfacer su necesidad de socializar.

“Una persona puede tener mucha interacción con los demás, pero sentir que no se conecta con ellos. En ese caso, obtendrá una puntuación baja en aislamiento social, pero alta en soledad”, comentó la doctora Sutin, quien es profesora asociada de la escuela de medicina de Florida State University.

Lo positivo, concluyó, es que ese sentimiento de soledad es un factor de riesgo que se puede modificar, como no es posible con muchos otros.