La verdura diurética que evita el estreñimiento y favorece exponencialmente la salud del corazón

Las verduras se caracterizan por aportar varios beneficios a la salud, pues sus vitaminas, minerales y nutrientes, tienen la capacidad de prevenir enfermedades y mejorar las existentes.

Es más, una verdura que tiene muchos beneficios para la salud, de acuerdo con el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, es el espárrago, pues evita el estreñimiento y favorece exponencialmente la salud del corazón, entre otras.

“Este vegetal es rico en vitamina B9, ayudando a disminuir los niveles de homocisteina en sangre, un compuesto relacionado con el surgimiento de enfermedades cardíacas”, explicó Tua Saúde.

Asimismo, señaló que “el espárrago contiene sustancias antioxidantes, como los polifenoles, disminuyendo el daño oxidativo en las células generado por los radicales libres, protegiendo la salud del corazón y evitando así las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como un accidente cerebrovascular e infarto, por ejemplo”.

De igual forma, indicó que “los espárragos son ricos en inulina y oligofructosa, los cuales son fibras que favorecen el desarrollo de la flora intestinal saludable, como las bifidobacterias y lactobacilos, bacterias beneficiosas para salud que mejoran el funcionamiento intestinal, evitan el desarrollo de infecciones y cáncer de colon”.

Además de eso, añadió que “por el contenido de fibra, los espárragos ayudan reducir el estreñimiento, favoreciendo la formación de las heces y la evacuación intestinal”.

Respecto al consumo, Tua Saúde puntualizó que “los espárragos pueden ser cocinados de varias formas, como cocidos, al vapor, a la parrilla, asados, como guarnición o plato principal, en preparaciones como ensaladas, guisos, cazuelas, salteados, sopas, acompañados de carnes o con pastas”.

De hecho, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló una receta:

Sopa crema de espárragos

Ingredientes

• 2 tazas de papas peladas y cortadas en cubos.
• 1/2 libra (225 g) de espárragos frescos, cortados en trozos de 1/4 de pulgada (0,5 cm).1/2 taza de cebolla picada.
• 2 tallos de apio, picados.
• 4 tazas de agua.
• 2 cucharadas de mantequilla.

• 1/2 de taza de harina de salvado (integral).
• 1 1/2 tazas de leche sin grasa.
• Ralladura de limón, a gusto.
• Pimienta negra machacada, a gusto.

Preparación

En una olla grande para sopa a fuego alto, mezclar las papas, los espárragos, la cebolla, el apio y el agua, hasta que hierva. Después, se reduce el fuego, se tapa y se cocina a fuego lento unos 15 minutos hasta que los vegetales estén tiernos. En seguida, se agrega la mantequilla.

Posteriormente, en un bol pequeño, hay que batir la harina y la leche. Después, verter la mezcla lentamente en la olla, revolviendo constantemente.

En seguida, se aumenta a fuego medio-alto y se sigue revolviendo hasta que la sopa tome una consistencia espesa, unos cinco minutos.

Después, se retira del fuego, se sazona con la ralladura de limón y con la pimienta negra machacada a gusto, y se sirve en boles calentados.

Información nutricional por 100 gramos espárragos

• Energía: 22 calorías
• Proteínas: 2,4 g
• Grasas: 0,22 g
• Carbohidratos: 4,11 g
• Fibras: 2 g
• Vitamina B1: 0,16 mg
• Vitamina B2: 0,13 mg
• Vitamina B3: 1,08 mg
• Folatos: 149 ug
• Vitamina A, RAE: 50 ug
• Beta carotenos: 604 ug

• Luteína + zeaxantina: 771 ug
• Vitamina K: 50,6 ug
• Potasio: 224 mg
• Magnesio: 14 mg
• Hierro: 0,91 mg
• Zinc: 0,6 mg
• Cobre: 0,16 mg
• Selenio: 6,1 mg

Ahora bien, para obtener los beneficios de los espárragos, estos deben ser consumidos junto a una dieta equilibrada y saludable que incluya al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.

De todos modos, antes de consumir el alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.