La verdura que ayuda a prevenir y aliviar los espasmos gástricos

Los espasmos gástricos o espasmos esofágicos se presentan cuando están afectados los músculos de este órgano que es el encargado de llevar los alimentos desde la boca hasta el estómago.

Ante la ocurrencia de estos, se impide la movilización de lo que ingerimos de manera efectiva. Es decir que deja de cumplir su función.

Aunque la causa de los espasmos gástricos se desconocen, en algunos casos se atribuyen a las comidas muy calientes o muy frías, de acuerdo con el portal especializado MedlinePlus.

Por su parte, la Clínica Mayo indicó que se trata de contracciones dolorosas dentro del conducto muscular que conecta la boca y el estómago (esófago).

Destacó que esta afectación en el organismo “se puede sentir como un dolor en el pecho repentino e intenso que dura desde unos pocos minutos hasta horas. Algunas personas pueden confundirlo con un dolor de origen cardíaco (angina)”.

Debido a que generalmente se producen ocasionalmente no requieren un tratamiento, pero a veces son tan fuertes que impiden el paso de la comida o los líquidos. En estos casos existen algunas recomendaciones que se deben seguir.

Pero hay que entender previamente en cuáles casos se necesita adoptar alguna medida. Por ejemplo cuando hay dificultad al tragar sólidos y líquidos, a veces relacionada determinadas sustancias específicas. Por ejemplo, el vino tinto o las bebidas extremadamente calientes o frías que son las causas comunes.

Así mismo, cuando hay la sensación de que algo quedó atascado en la garganta o la comida o los líquidos se regresan al esófago (lo que se conoce como regurgitación) sin que haya náuseas ni contracciones enérgicas de los músculos abdominales, de cuerdo con el Manual MSD.

Y como mencionamos anteriormente, un tercer elemento a tener en cuenta es el dolor opresivo en el pecho, por lo general, intenso.

“Existen dos tipos de espasmos esofágicos: distal e hipercontráctil (esófago en martillo neumático)”, indicó el centro hospitalario en su página web, tras advertir que no existen factores de riesgo conocidos para esta afección.

Tratamientos

Aunque es posible que una situación pasa rápidamente existen algunos tratamientos como la utilización de inhibidores de la bomba de protones para tratar la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

“En ocasiones, se puede recetar un antidepresivo, como la imipramina (Tofranil). Este medicamento puede ayudarte a reducir la sensación de dolor en el esófago”, señaló la publicación.

También el médico puede recomendar el aceite de hierbabuena, las inyecciones de toxina botulínica A (Botox) o los bloqueadores de los canales de calcio, como el diltiazem (Cardizem, Tiazac, entre otros), pueden hacer que los espasmos sean menos intensos, ya que lo que se busca es relajar los músculos que se utilizan al tragar.

En casos extremos, se puede practicar una cirugía conocida como miotomía que consiste en cortar el músculo del extremo inferior del esófago. Ayuda a atenuar las contracciones esofágicas.

“Debido a que no existen estudios a largo plazo de este enfoque, por lo general, la miotomía no se recomienda para los espasmos esofágicos. Sin embargo, se podría considerar si otros tratamientos no funcionan”, advirtió la Clínica Mayo.

Finalmente, se encuentra el tratamiento conocido como miotomía endoscópica por vía oral, el cual es mínimamente invasivo y que consiste en introducir un endoscopio por la boca y bajarlo por la garganta.

“Esto permite al cirujano hacer una incisión en el revestimiento interior del esófago. Luego, como en la miotomía estándar, el cirujano corta el músculo en el extremo inferior del esófago”, señaló.

Advirtió que “al igual que miotomía estándar, la miotomía endoscópica por vía oral generalmente se considera solo si los demás tratamientos no funcionan”.

Recomendaciones

Para evitar los espasmos gástricos, la persona debe evitar exponerse a los factores desencadenantes, por lo que la recomendación es hacer una lista de los alimentos y bebidas que le provocan esa afección.

Así mismo, se deben elegir alimentos tibios o frescos, por lo que se aconseja consumir alimentos no tan calientes ni tan fríos. En estos casos dejarlos un tiempo antes de ingerirlos.

Debido a que el aceite de hierbabuena es un relajante del músculo liso y puede ayudar a aliviar los espasmos esofágicos, se puede colocar una pastilla debajo de la lengua o chuparla.