Salud

La viruela del mono invade Europa: ¿hay que preocuparse por esta enfermedad?

El repentino brote de viruela del mono en Europa tomó por sorpresa a las autoridades sanitarias del mundo. Aunque no hay que perder la calma, las alertas están encendidas.

28 de mayo de 2022
La enfermedad puede causar fuertes erupciones en la piel. | Foto: getty images

Dos años después de la pandemia de la covid y cuando el mundo pensaba que todo se había normalizado, las alarmas sanitarias han vuelto a encenderse.

El primer registro de este tipo de viruela data del siglo XX y ya en 2003 en Estados Unidos se registró un pequeño brote que contagió a menos de un centenar de personas.

La viruela del mono es un tipo de viruela que es transmitida de animales a humanos y que, de hecho, es endémica en algunos países del África Central y Occidental. Lo que quiere decir que es una enfermedad que afecta de manera regular a los pobladores de estos países y que, por lo tanto –a diferencia de la covid, por ejemplo–, ya es conocida.

Esta viruela fue descubierta por primera vez en simios –de ahí su nombre–, pero contrario a lo que se podría pensar, la enfermedad es mayoritariamente transmitida por roedores como ratas y ardillas. Estos animales, que también se contagian y sufren de la enfermedad, son sus principales transmisores en los países de África, donde más brotes se presentan.

Pero, si es una enfermedad conocida desde hace varios años y es endémica en algunos países, ¿por qué la preocupación mundial? El problema es que este brote es el más grande presentado por fuera de África desde que se tiene registro. Más de 19 países no africanos, entre los que se incluyen Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido y Bélgica, reportaron casos de la enfermedad en las últimas semanas.

Reino Unido es, hasta el cierre de esta edición, el país en donde más casos se confirmaron de la enfermedad (71) y en el primer lugar en el que se encendieron las alarmas sanitarias hace unas semanas.

La aparición de este brote, según informan las autoridades sanitarias de la Unión Europea, se debe a la asistencia de las personas que ahora están contagiadas a fiestas masivas en las que tuvieron alto contacto con la enfermedad. El doctor David Heymann, que estuvo en la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirmó que es probable que esta enfermedad se haya transmitido por “el contacto sexual” entre personas que asistieron a estas fiestas masivas, celebradas principalmente en España y Bélgica.

En el caso de los contagios en Alemania y Reino Unido, por ejemplo, todos los infectados afirmaron haber asistido a alguna de estas fiestas.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la enfermedad normalmente incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares e inflamación de los ganglios linfáticos.

Tres días después de la aparición de la fiebre se registran erupciones en la piel, mayormente en manos y pies, pero también en zonas como el pecho, la espalda e incluso la cara. Estas erupciones pueden o ser planas o pueden tener relieve y, en algunos casos, estar llenas de líquido.

Junto con la aparición de estas erupciones, la inflamación de los ganglios linfáticos también es uno de los indicadores que tiene el cuerpo para notificar la enfermedad. Los síntomas suelen desaparecer luego de dos o cuatro semanas sin ningún tratamiento.

El contagio de esta enfermedad se da, especialmente, por el contacto con la piel de algún infectado o alguna de las erupciones.

Asimismo, es normal que, debido a las bajas condiciones sanitarias de algunos de los países africanos donde es endémica la enfermedad, una persona pueda contagiarse por el contacto con sábanas o ropa de alguna persona infectada por la viruela.

¿Existe tratamiento?

La OMS indica a este respecto que no existen tratamientos específicos contra la enfermedad ni tampoco vacunas. Sin embargo, se ha demostrado que la vacuna contra la viruela en general tiene el 85 por ciento de efectividad en contra de esta variación.

Ahora bien, hay dos problemas que aparecen en este escenario. En primer lugar, la vacuna contra la viruela dejó de ser producida luego de la erradicación de la enfermedad, por lo que ante un aumento exagerado de los casos, los suministros de la vacuna podrían llegar a ser un problema, como lo informó el medio France 24.

En segundo lugar, según el epidemiólogo Eric Feigl-Ding, la mayor parte de las personas menores de 45 años no están vacunadas contra la viruela. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas, esto correspondería a un poco menos del 80 por ciento de la población mundial.

Estos dos escenarios, que se complementan, ya están en el radar de las autoridades sanitarias.

¿Hay que preocuparse?

La pandemia de la covid, ciertamente, dejó un precedente en la salud mundial. Las autoridades nacionales y globales ya no se toman a la ligera el contagio de algún virus que pueda volver a detener el mundo.

Bélgica, por ejemplo, ya ordenó extensas cuarentenas –de 21 días– para las personas infectadas con la viruela del mono.

Sin embargo, los mensajes de las autoridades de salud con relación a esta enfermedad son ambiguos. La OMS advirtió que “la situación actual es preocupante porque la propagación de la enfermedad no se parece a los patrones típicos antes vistos”, dijo al diario El Mundo Tarik Jasarevic, portavoz europeo de la OMS.

Sin embargo, y de aquí la ambigüedad del mensaje, el mismo Jasarevic dijo que “la viruela del mono generalmente no se propaga fácilmente entre las personas, pues requiere un contacto físico cercano. Este brote es controlable, ya que el riesgo para el público en general parece ser bajo”.

Asimismo, diversos organismos de vigilancia epidemiológica han aclarado que la viruela del mono no supone un peligro para el público en general. Al ser una enfermedad conocida, muchos centros de salud en distintas partes del mundo ya tienen protocolos establecidos para contenerla y realizar aislamientos adecuados.

Por su parte, la líder de enfermedades emergentes de la OMS, María van Kerkhove, también envió un mensaje de tranquilidad afirmando que, al detener la transmisión de la enfermedad de persona a persona, la situación es “controlable”.

El mensaje de las autoridades parece ser, en este sentido, y en medio de las ambigüedades, que no hay que perder la calma, pero tampoco hay que mirar hacia otro lado con el brote de esta enfermedad.

Es por esto que equipos de científicos y autoridades sanitarias mundiales parecen estar tomando desde ya las medidas necesarias, no solo para contener, sino para comprender más a fondo la enfermedad.

Científicos en Europa ya empiezan a estudiar seriamente la variante de la enfermedad, haciendo más fácil su tratamiento. | Foto: LUKAS BARTH

En España, por ejemplo, un grupo de científicos adscritos al Instituto de Salud San Carlos III informó que se logró la identificación de la secuencia completa del virus. Este hecho ha permitido a los investigadores conocer con más certeza la naturaleza del actual brote en Europa.

Así, han logrado identificar que la enfermedad que actualmente circula por suelo europeo pertenece a la variante de África Occidental, lo que da más herramientas al momento de tratarla.

Hasta el momento, lo que es claro para las autoridades sanitarias es que no se trata de otra pandemia como la covid. Esta enfermedad, tanto por su modo de contagio como por la información que se tiene sobre ella, es más fácil de contener y también de tratar.

Es necesario estar alerta, seguir atentos, pero no perder la calma.