SALUD
La vitamina para aumentar el calcio en el cuerpo de manera natural
Este mineral es determinante para mantener una estructura ósea sana.
El calcio es un mineral que el cuerpo requiere para formar y mantener huesos fuertes. Es necesario para que el corazón, los músculos y los nervios funcionen debidamente, y también para la coagulación de la sangre, precisa el Centro Nacional de Recursos NIH de Osteoporosis y Enfermedades Óseas Relacionadas, de Estados Unidos.
Un nivel adecuado de calcio en el cuerpo durante toda la vida puede ayudar a prevenir la osteoporosis, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Por el contrario, cuando esto no ocurre es posible que se presente una disminución de la densidad ósea, que deriva en el riesgo de presentar diversas fracturas.
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el organismo necesita calcio para que los músculos se muevan y los nervios transmitan mensajes desde el cerebro hasta las distintas partes del cuerpo. Además, el calcio ayuda a que la sangre circule a través de los vasos sanguíneos por todo el cuerpo y a liberar las hormonas necesarias para muchas funciones del organismo.
Muchos alimentos contienen este mineral, pero los productos lácteos son la mejor fuente. La leche y sus derivados tales como el yogur, el queso y el suero de leche contienen una forma de calcio que el cuerpo puede absorber fácilmente.
No obstante, de acuerdo con los expertos, la mayoría de los adultos y los niños mayores de dos años deben tomar leche baja en grasa o desnatada y al igual que otros productos lácteos bajos en grasas y en azúcares. Según dicen, remover la grasa no reducirá la cantidad de calcio en un producto lácteo.
Este mineral también se encuentra en otros alimentos como las hortalizas de hojas verdes las cuales incluyen el brócoli, la col rizada, la berza común, la mostaza, los nabos y el repollo chino De igual forma, se puede obtener con el consumo de salmón y sardinas enlatadas con sus huesos blandos; almendras, nueces de Brasil, semillas de girasol y legumbres secas.
¿Por qué se puede presentar deficiencia?
Si bien los especialistas aseguran que una dieta equilibrada ayuda a que se absorba el calcio, se cree que el aumento en los niveles de proteína y sodio (sal) en la alimentación provoca que los riñones eliminen más de este mineral. Por este motivo, debe evitarse la ingestión excesiva de estas sustancias, especialmente en aquellas personas que consumen pocas cantidades de calcio.
La intolerancia a la lactosa también puede resultar en el consumo inadecuado de calcio. Las personas que no toleran la lactosa no tienen una cantidad suficiente de la enzima lactasa, que es necesaria para la descomposición de la lactosa que se encuentra en los productos lácteos.
Para incluir productos lácteos en la dieta, se puede, de acuerdo con los especialistas: consumir estos alimentos en pequeñas cantidades, añadirles gotas de lactasa o tomar la lactasa en forma de píldora. También hay algunos productos lácteos en el mercado a los que ya se les ha añadido la lactasa.
La importancia de la vitamina D
La vitamina D es clave en el proceso de absorción de calcio en el organismo. Sin suficiente vitamina D, el cuerpo no puede producir cantidades suficientes de la hormona calcitriol (conocida como la “vitamina D activa”), lo que causa que no se absorba suficiente calcio de los alimentos.
“Cuando ocurre esto, el cuerpo se ve obligado a movilizar las reservas de calcio depositado en el esqueleto, lo que debilita el hueso existente e impide la formación y el fortalecimiento de hueso nuevo y fuerte”, precisa Centro Nacional de Recursos NIH de Osteoporosis y Enfermedades Óseas Relacionadas
El cuerpo puede obtener esta vitamina de tres formas: cuando la piel se expone a la luz solar, al ingerir ciertos alimentos y por medio de suplementos.
La vitamina D se produce naturalmente en el cuerpo después de la exposición a la luz del sol y también puede obtenerse al ingerir yemas de huevo, pescado de agua salada, hígado y leche enriquecida. De igual forma, los expertos recomiendan un consumo diario de 600 Unidades Internacionales (UI) de vitamina D para personas hasta los 70 años de edad. Cuando son mayores se debe incrementar a 800 unidades.