La vitamina que ayuda a controlar los niveles de azúcar

Los niveles elevados de azúcar en la sangre (glucosa) se registran cuando el cuerpo no puede transportar esta sustancia de manera eficaz a las células, que se encargan de convertirla en energía, lo que genera que se acumule en la sangre.

Cuando esto se presenta, es posible que una persona pueda padecer de diabetes, una enfermedad crónica que se da cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce. La insulina, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una hormona que regula la concentración de glucosa en la sangre.

Los especialistas aseguran que si la diabetes no se controla, con el tiempo puede ocasionar diversas consecuencias en órganos como los riñones, los ojos y también en los vasos sanguíneos. De acuerdo con la OMS, los adultos con diabetes tienen un riesgo entre dos y tres veces mayor de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.

Los ojos son altamente susceptibles a afectarse y una de las consecuencias es la retinopatía diabética, que puede ocasionar ceguera como resultado del daño de los capilares de la retina. Un paciente diabético también tiene riesgo de sufrir neuropatías, que son las lesiones del tejido nervioso que se presentan como consecuencia de la enfermedad en los pies. Esto, combinado con la reducción del flujo sanguíneo, eleva la probabilidad de sufrir úlceras e infecciones que, en última instancia, derivan en la amputación de la extremidad.

Ante las graves afecciones que genera esta enfermedad es importante estar atentos a posibles señales que indiquen que los niveles de glucosa están elevados. El instituto de investigación Mayo Clinic asegura que los síntomas de la diabetes varían dependiendo de que tan alta está la glucosa.

La alimentación equilibrada, además de la práctica de ejercicio de manera regular, son dos aspectos clave para mantener bajo control los niveles de glucosa, pero también hay investigación que indica que el consumo de importantes dosis de vitamina C podría ayudar en este propósito.

Un estudio realizado por el Instituto de Ciencias del Metabolismo del Hospital Addenbrooke, en Inglaterra, encontró que la ingesta de frutas y vegetales con alto contenido de esta vitamina ayudaría a mantener el azúcar bajo control.

En la investigación se realizó seguimiento a 21.831 hombres y mujeres saludables que tenían entre 40 y 75 años, con el fin de evaluar el desarrollo de diabetes tipo 2. Los participantes brindaron información sobre su salud y estilo de vida, así como muestras de sangre, que los expertos usaron para establecer los niveles de vitamina C en su cuerpo. En medio de la investigación, 423 hombres y 312 mujeres desarrollaron diabetes tipo 2, equivalente a una tasa general del 3,2 %, de acuerdo con una publicación del diario 20Minutos, de España.

Según los científicos, las posibilidades de desarrollar diabetes eran un 62 % menores en los participantes con los mayores niveles de vitamina C en la sangre, que quienes tenían cantidades inferiores.

Otro análisis publicado en la revista Diabetes, Obesity and Metabolism reveló que esta vitamina ayuda a disminuir los niveles altos de azúcar en la sangre en pacientes con diabetes tipo 2. Una de las conclusiones de la investigación realizada en la Universidad Deakin, en Australia, fue que la ingesta de suplementos de vitamina C muy superiores a lo que se toma por día reduce los niveles altos de azúcar en la sangre.

Sin embargo, según Mayo Clinic es importante tener cuidado con los excesos de vitamina C en suplementos, pues si bien se consideran seguros, en algunas personas pueden causar efectos secundarios como: náuseas, vómitos y diarrea, acidez estomacal, hinchazón o cólicos estomacales, fatiga y somnolencia, o a veces insomnio, dolor de cabeza y enrojecimiento de la piel

“En algunos pacientes, los suplementos de vitamina C pueden ocasionar cálculos renales, en especial si se toman en altas dosis. El uso prolongado de suplementos de vitamina C por vía oral, superiores a 2.000 miligramos por día, aumenta el riesgo de efectos secundarios significativos”, precisa la mencionada institución.

Ante estas posibilidades, lo mejor siempre es consultar con el médico sobre la viabilidad del consumo de suplementos de vitamina C y sus cantidades y de esta manera evitar posibles complicaciones.

Esta vitamina puede obtenerse de manera natural en productos como las frutas cítricas, las bayas, las papas, los tomates, los pimientos, el repollo, las coles de Bruselas, el brócoli y las espinacas, entre otros.