Vida Moderna
La vitamina que ayuda a mejorar los niveles de colesterol
La causa más común del colesterol alto es un estilo de vida poco saludable.
El colesterol es una sustancia parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo y es necesario para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayudan a digerir los alimentos, de acuerdo con Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
No obstante, tener altos niveles de colesterol puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca y los niveles altos pueden heredarse, aunque suelen ser el resultado de la elección de un estilo de vida poco saludable.
De todos modos, es una enfermedad silenciosa y por ello es importante realizarse una prueba de sangre llamada panel de lipoproteínas, que puede medir los niveles de colesterol y la cual brindará información sobre:
- Colesterol total: Cantidad total de colesterol en la sangre. Incluye ambos tipos: colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL, por su sigla en inglés) y colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL, por su sigla en inglés).
- Colesterol malo (LDL): El que se acumula en las arterias y las obstruye.
- Colesterol bueno (HDL): El que ayuda a eliminar el colesterol de las arterias.
- No-HDL: Este número es el colesterol total menos el colesterol bueno (HDL). El colesterol no-HDL incluye el colesterol malo (LDL) y otros tipos de colesterol, como la lipoproteína de muy baja densidad (VLDL).
Dicho lo anterior, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló que la niacina es un tipo de vitamina B importante que puede aumentar el nivel de lipoproteínas de alta densidad (colesterol “bueno”), pues aumentar el colesterol HDL más del 30 %.
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Además, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) señalaron que el consumo de niacina dependerá de la edad y el sexo y las recomendaciones son:
- Del nacimiento a los 6 meses de edad: 2 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 4 mg NE
- Niños de 1 a 3 años de edad: 6 mg NE
- Niños de 4 a 8 años de edad: 8 mg NE
- Niños de 9 a 13 años de edad: 12 mg NE
- Adolescentes hombres de 14 a 18 años de edad: 16 mg NE
- Adolescentes niñas de 14 a 18 años de edad: 14 mg NE
- Hombres adultos mayores de 19 años de edad: 16 mg NE
- Mujeres adultos mayores de 19 años de edad: 14 mg NE
- Mujeres y adolescentes embarazadas: 18 mg NE
- Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 17 mg NE
No obstante, no es la única forma, pues los cambios en el estilo de vida son útiles para aumentar el colesterol de lipoproteínas de alta densidad como, por ejemplo:
- Deja de fumar si se hace. El tabaquismo es una causa principal de enfermedad cardiovascular (ECV) y provoca una de cada cuatro muertes debidas a esta enfermedad.
- Lleva una alimentación saludable. Esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
- Hacer ejercicio con regularidad. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud es hacer al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana, o una combinación de actividad moderada e intensa, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues esto aumenta el flujo sanguíneo al cuerpo entero.
- Evita consumir grasa trans o aceites parcialmente hidrogenados. Las grasas trans se encuentran de manera natural en pequeñas cantidades en algunos productos de origen animal como la carne roja, el queso y la leche entera, y son de origen sintético que hace que los aceites líquidos se vuelvan sólidos. Se pueden encontrar en la margarina y en ciertos bocadillos que se compran en el supermercado o en un restaurante, en productos de panadería y en frituras.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.