Vida moderna
La vitamina que reduce el dolor de piernas y mejora la circulación sanguínea
A la hora de mejorar la circulación y evitar las molestias y los trastornos asociados a una mala circulación sanguínea, la alimentación es decisiva.
El sistema circulatorio es una compleja red de capilares, vasos sanguíneos y arterias. Dichos tubos transportan la sangre oxigenada a través del cuerpo, ayudando a alimentar todas sus funciones.
En concreto, el corazón actúa como una bomba que impulsa la sangre hacia los órganos, tejidos y células del organismo. La sangre bombeada por el corazón suministra oxígeno y nutrientes a cada célula, y recoge el dióxido de carbono y las sustancias de desecho producidas por esas células, según el Texas Heart Institute.
Cabe resaltar que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en el mundo, superando cualquier tipo de cáncer y hasta el sida.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que activar el sistema circulatorio es la mejor forma de reducir y prevenir posibles problemas derivados de su mal funcionamiento como las varices en las piernas, arteriosclerosis e hipertensión, según el portal de salud Saber Vivir.
Tendencias
Vitaminas para la mala circulación en las piernas
- La buena circulación incluye suplementos de vitamina C, vitaminas del complejo B, calcio, magnesio y aceite de pescado omega-3.
- También es importante tener en cuenta la eficacia de los suplementos de vitamina E en la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, ya que favorece la circulación sanguínea.
- Además, la investigación científica ha revelado que el ginkgo biloba aumenta la circulación debido a la dilatación de las venas y las arterias, y ayuda a mover la sangre a las plaquetas a través del cuerpo.
Alimentos recomendados
Limón
- La vitamina C del limón es imprescindible, pues interviene en la formación de colágeno y elastina, unas proteínas que influyen en la pared capilar.
- Tomar el zumo de un limón en un vaso de agua por la mañana. También puedes aliñar las verduras con zumo de limón.
- Si se aprovecha la piel de esta fruta (se puede rallar un poco) y con la parte blanca se obtendrá aún más antioxidantes.
Pipas de girasol
- Además de aportar aminoácidos esenciales necesarios para el mantenimiento de las estructuras capilares, son ricas en vitamina E, uno de los antioxidantes más potentes para el cuerpo.
- El consumo recomendado de semillas de girasol es de una cucharada al día, tal cual. O, mejor aún, ligeramente tostadas o remojadas durante 12 horas y deshidratadas.
Cola de caballo
- La cola de caballo es rica en silicio, necesario para la formación de colágeno y, por tanto, el mantenimiento de las paredes vasculares.
- Cada día se recomienda tomar dos tacitas en infusión, mejor con la planta molida.
- Otra opción es tostar un poco de cola de caballo y añadirla a las ensaladas y a las cremas de verduras.
Trigo
- Este pseudocereal es rico en un flavonoide llamado rutina, que actúa en sinergia con la vitamina C, con lo que protege la pared de los vasos y capilares. Su consumo habitual contribuye así a la protección de los vasos sanguíneos.
- Cada semana se recomienda consumir dos o tres aciones de trigo sarraceno, cocido por ejemplo con puerros.
Arándanos y uvas negras
- Las bayas oscuras, como la uva negra o los arándanos, son muy ricas en antioxidantes y, en sinergia con la vitamina C, también ayudan a mejorar el tono venoso.
- Tomar un puñado al día de uva negra o arándanos, solos o en platos como una ensalada.
Nueces
- Además de omega-3, unos ácidos grasos necesarios por su efecto antiinflamatorio, las nueces aportan vitamina B3, que por su efecto vasodilatador favorece la circulación y el retorno venoso.
- Se recomienda disfrutar de un puñado de nueces al día, mejor ligeramente tostadas o remojadas unas horas.