La vitamina que reduce el riesgo de padecer Alzheimer

Martha Clare Morris, del Instituto Rush para la Salud del Envejecimiento, en la ciudad de Chicago, también asocia la vitamina E con una reducción del riesgo de deterioro cognitivo (demencias). Los resultados del primer estudio de Morris coinciden con uno holandés que mostraba una asociación entre las vitaminas C y E y la protección frente a la enfermedad de Alzheimer en determinados grupos poblacionales.

“En un número importante de población se ha descubierto que la vitamina E puede ser un protector eficaz frente al daño oxidativo y frente a otros mecanismos asociados con el deterioro cognitivo y con la demencia”, dijo Martha Clare Morris, según una publicación del portal Cuídate Plus.

No obstante, queda por determinar si la vitamina E en las comidas o en suplementos, o administrada de forma conjunta, puede prevenir o retrasar el desarrollo de daño cognitivo moderado o incluso el Alzheimer.

En el estudio de Morris participaron 815 personas mayores de 65 años pertenecientes al proyecto Envejecimiento y Salud de Chicago. Al comienzo del trabajo a los participantes no se les había diagnosticado de demencia.

A los 19 meses, estos individuos realizaron un cuestionario sobre las clases y cantidad de comidas que consumían en el año previo al reclutamiento. Al final del periodo de estudio, se diagnosticó el mal de Alzheimer a 131 pacientes y se valoró la relación entre la ingesta de antioxidantes, como vitaminas E y C, betacarotenos y multivitaminas, tanto en la dieta como en suplementos, y la aparición de la enfermedad.

La mayor parte del efecto protector se encontró entre los sujetos que consumían una dieta rica en antioxidantes. En este grupo se observó 67 % menos de riesgo de Alzheimer cuando se comparaba con los individuos que seguían una dieta con menores cantidades de vitamina E. Sin embargo, el riesgo no descendía si el consumo de antioxidantes provenía de suplementos.

El té natural que ayuda a reducir el riesgo de padecer Alzheimer

El Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo las tareas más sencillas, de acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que la enfermedad es la forma más común de demencia entre las personas mayores y primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje.

Por ello, el portal de salud Healthline reveló que el té verde es ideal para mejorar la función cerebral, pues propiedades antioxidantes y sus “componentes de catequina pueden tener varios efectos protectores en las neuronas”.

No obstante, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés) aunque es poco común, se han informado problemas hepáticos en varias personas que tomaron productos de té verde, principalmente extractos de té verde en forma de píldora.

Por tal razón, las personas con enfermedad hepática deben consultar a un médico antes de tomar productos con extracto de té verde, pues las personas que toman extractos de té verde, especialmente aquellas con enfermedad hepática, deben suspender su uso y consultar a un proveedor de atención médica si desarrollan síntomas de problemas hepáticos (como dolor abdominal, orina oscura o ictericia).

Adicional, hay que señalar que los tés verde, negro y oolong provienen de la misma planta, Camellia sinensis, pero se preparan con diferentes métodos, ya que para producir té verde, las hojas de la planta se cuecen al vapor, se fríen y se secan.

Sobre la misma línea, el NIH reveló que un pequeño número de estudios sugiere que tanto el té verde como el negro podrían tener efectos beneficiosos sobre algunos factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como la presión arterial y el colesterol.