Vida Moderna
La vitamina que reduce las posibilidades de sufrir un infarto
Esta vitamina se caracteriza por no ser producida naturalmente por el organismo, sino requerir de los alimentos.
La vitamina C es uno de los mejores aliados para fortalecer el sistema cardiaco y evitar complicaciones relacionadas. ¿Cuáles son sus beneficios?
Con base en la información de la Fundación Española del Corazón (FEC) apunta que existe una relación directa entre la vitamina C con la prevención de sufrir insuficiencia cardiaca y otras complicaciones asociadas al sistema cardiovascular.
¿Qué tan grave es la insuficiencia cardiaca? El Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que esta complicación es una de las más complejas asociadas al sistema cardiovascular, a tal punto de ser mortal en varias ocasiones.
A nivel interno, la enfermedad ocurre cuando se presenta un desequilibrio entre la capacidad del corazón de bombear sangre. Los principales síntomas de esta patología son la falta de aire, el cansancio o la dificultad para respirar tumbado, entre otros.
La vitamina C es un antioxidante natural presente en varios alimentos, principalmente en fresas, frutas cítricas, verduras, hortalizas, hígado y riñón animal. Con respecto a sus funciones, los expertos afirman que ayudan a mantener el estado reducido de los iones, hierro y cobre.
Una particularidad de este complejo vitamínico radica en que solo se puede obtener de manera exógena; es decir, el organismo no puede producirla por naturaleza, sino que la única fuente es con alimentos o suplementos, siendo las frutas y verduras las mejores maneras de conseguirla.
Por otro lado, el nutriente es vital en la síntesis de colágeno, lo cual termina influyendo positivamente en la cicatrización de heridas, fortalecimiento del sistema inmune y desarrollo cognitivo de los neurotransmisores. Su función antioxidante es importante en la absorción intestinal de hierro no ligado a los alimentos de origen vegetal.
Al ser un agente desarrollador de colágeno, la vitamina C interviene en la formación del tejido conjuntivo, regulación de la resistencia capitular y ósea. Por si fuera poco, también cumple la función de proteger las mucosas, reducir la susceptibilidad a infecciones y evitar la aparición de enfermedades del escorbuto.
Sobre este asunto, los investigadores quisieron ahondar más en sus beneficios y de allí surgió el informe ‘La vitamina C plasmática predice la incidencia de insuficiencia cardíaca en los hombres y mujeres en la investigación prospectiva europea sobre Cáncer y nutrición: estudio prospectivo de Norfolk’.
Los expertos midieron la concentración de vitamina C en el plasma de las personas y encontraron que hubo una prevalencia de insuficiencia cardiaca en más de nueve mil hombres y 11 mil mujeres; ambos grupos estaban en la franja de 39 a 79 años de edad provenientes del Reino Unido.
El incremento de 20 μmol/L de vitamina C (una porción de fruta) generó una reducción del 9% respecto a sufrir insuficiencia cardiaca.
Bajo ese resultado, los especialistas recomiendan ingerir 60 miligramos de vitamina C al día para los adultos. Sin embargo, la dosis para niños y adolescentes debe oscilar entre 20 a 60 miligramos.
Por otro lado, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) indican que, aparte de su aporte en la salud cardiovascular, la vitamina C también influye de otras maneras. Por ejemplo, está comprobada su acción en la prevención y tratamiento del cáncer; principalmente de pulmón, seno y colon.
Del mismo modo, la vitamina C influye en la degeneración macular relacionada con la edad y cataratas. Al ser una fuente de producción de colágeno, le ofrece fortaleza a los tejidos para que los signos de la edad no hagan acto de presencia.