Vida Moderna
La vitamina que se debe consumir porque ayuda a regular la glucosa naturalmente
No es necesario sufrir de diabetes o síndrome metabólico para regular el azúcar naturalmente.
Para llevar a cabo la reducción de los niveles de glucosa, es necesario realizar varios cambios en el estilo de vida. Lo bueno es que existen diferentes maneras para contribuir en el equilibrio de los niveles de azúcar en la sangre.
Los médicos pueden sugerir la toma de ciertos medicamentos, sin embargo, el tratamiento inicial, suele fundamentarse en ajustes de la dieta y el ejercicio físico constante.
No es necesario sufrir de diabetes o síndrome metabólico para poner en práctica los siguientes detalles con el fin de regular el azúcar naturalmente.
Estrategias para reducir los niveles de glucosa
En primera medida, bajar los niveles de glucosa en la sangre depende de cada persona. Algunas consiguen estabilizarla con cambios en su alimentación. Sin embargo, otras personas requieren de medicamentos o de otros tratamientos.
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Es por eso que es esencial consultar a un médico, para que determine cuáles son los mecanismos terapéuticos adecuados para cada caso. De igual forma, orientarán de forma adecuada sobre el tipo de dieta y los pasos que debe seguir. Asimismo, es importante mantener una rutina diaria de ejercicios, recibir terapia nutricional y controlar la obesidad.
Evitar el consumo de almidones
Los alimentos abundantes en almidones, como lo son los cereales, son comunes en la dieta. Aunque son fundamentales por sus aportes nutricionales, es considerable moderar al máximo su consumo, con el objetivo que se reduzca rápido los niveles de azúcar.
Para ser más específico, estos almidones cuentan con una molécula llamada amilopectina, la cual es de rápida digestión, pero que también genera picos de glucosa en la sangre.
Es por eso que se recomienda que su consumo se evite a toda costa, durante un par de días, con el objetivo de contribuir a la estabilización de azúcares, después de eso, se puede volver a ingerir, pero de una forma más regulada.
Reducir el consumo de azúcares
El consumo excesivo de azúcares está relacionado de manera directa con el síndrome metabólico y la diabetes. Este ingrediente altera los niveles de glucosa, aumenta la resistencia a la insulina y también la tendencia al sobrepeso y la obesidad.
Se debe tener en cuenta que el consumo de azúcares no solo se refiere al azúcar blanco de mesa, sino a los diferentes productos de consumo habitual. Es por eso que se recomienda revisar la tabla de contenido energético para saber cuál es su contenido de azúcar.
Elegir alimentos de bajo índice de azúcar
Los alimentos de bajo índice glucémico no deben faltar. El índice glucémico es una manera de evaluar la respuesta del azúcar en el organismo ante el consumo de alimentos que contienen hidratos de carbono.
En ese sentido, se ha determinado que los de bajo índice glucémico pueden ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 1 y 2. Los alimentos que destacan son los siguientes:
- Pescados y mariscos.
- Carnes magras.
- Huevos.
- Avena.
- Cebada.
- Frijoles.
- Lentejas.
- Maíz.
- Ñame.
- Verduras sin almidón.
Consumir vitamina D
Las personas con deficiencia de vitamina D pueden desarrollar alteración en la tolerancia a la glucosa en la sangre. Es por eso que cuando los niveles de azúcar se encuentran elevados, hay que asegurarse de obtener suficiente vitamina D.
La opción más viable es tomar el sol, el organismo la sintetiza de manera más natural. No obstante, dado que tanto sol puede afectar de manera negativa, la vitamina D se puede obtener con los siguientes alimentos.
- Yogur.
- Huevo.
- Queso fresco.
- Atún y sardinas.
- Aceite de pescado.
Hacer ejercicio físico
Realizar de una forma continua ejercicio físico, es uno de los mejores hábitos para reducir los niveles de glucosa. Asimismo, contribuye a la pérdida de peso e incrementa la sensibilidad a la insulina.
Sin embargo, para las personas que son sedentaria, se recomienda hacer ejercicio de una manera gradual. También es importante caminar, montar bicicleta o trotar.
Finalmente, el consumo diario de agua desempeña un papel fundamental en el control de la glucosa. Este líquido interviene en los diferentes procesos renales que ayudan a la eliminación del exceso de azúcar a través de la orina.