SALUD
La vitamina que sirve para unificar el aspecto de la piel
Tiene propiedades antioxidantes que previenen del envejecimiento prematuro.
En general, las vitaminas son clave para la salud del organismo. Su deficiencia puede ocasionar problemas de salud y afecciones en la piel, pues estos nutrientes le ayudan al organismo en el cumplimiento de diversas funciones vitales.
Específicamente en lo que tiene que ver con la piel, las vitaminas son importantes para mantener este órgano en buena condición, haciéndole frente no solo a los signos naturales del envejecimiento, sino protegiéndolo de factores adversos como la contaminación ambiental y los efectos de los rayos ultravioleta.
Existen algunas vitaminas que por sus beneficios son ideales cuando de cuidar la piel se trata, como por ejemplo la vitamina C. Conocida también como ácido ascórbico, esta contribuye a la reparación de los tejidos y es un potente antioxidante que protege al organismo de los efectos de los llamados radicales libres, que causan estrés oxidativo en la piel y provocan su envejecimiento prematuro.
Un artículo de la revista Vogue, de España, asegura que todos los tipos de piel se benefician de la vitamina C, gracias a que posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que ayudan a calmar la inflamación generada, por ejemplo, por el acné, a la vez que aporta para reducir la hiperpigmentación que se genera por cuenta de manchas y otras afecciones.
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Se dice que uno de los beneficios de esta vitamina es que tiene el poder de aclarar la piel, dándole un tono más uniforme y evitando la aparición de futuras manchas. Una publicación de la revista Mejor con Salud asegura que esto se debe a que contribuye con la producción de queratina en el cuerpo (proteína fundamental para la formación de células nuevas).
Esta vitamina puede hallarse en cítricos como el limón, toronja y naranjas; la papaya, guayabas, pimiento amarillo y melón, entre otros.
Otras vitaminas clave para la piel
La vitamina E es otro de los nutrientes esenciales para la piel. Es liposoluble, está presente en muchos alimentos y es esencial para el cuerpo humano por sus propiedades antioxidantes. Actúa protegiendo las células que se encargan de la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, de los daños causados por los radicales libres, los cuales provocan el envejecimiento prematuro en la piel, según describe el National Institutes of Health Office of Dietary Supplements.
Normalmente, esta sustancia se acumula en el hígado para tener un aporte siempre disponible y así garantizarle al organismo la dosis necesaria. El sitio web Salud 180, de México, asegura que la vitamina E es uno de los productos más usados para prevenir los primeros signos del envejecimiento, los cuales normalmente aumentan con los años. Es un nutriente que también ayuda a mejorar cicatrices y quemaduras, al tiempo que disminuye los daños causados por los rayos del sol.
Otra vitamina que no debe faltar en la dieta para cuidar la piel es la A, la cual ayuda a mejorar la hidratación. Un artículo publicado en el medio digital Business Insider indica que esta vitamina es eficaz para la renovación celular.
Por esta razón, es indicada para mejorar el aspecto de la piel. Gracias a su alto poder antiinflamatorio, es un remedio directo contra las bacterias que causan el acné, además de limitar la producción de sebo por parte del organismo, lo que hace que sea un aliado para las personas que enfrentan este padecimiento y para ayudar a mejorar la piel cuando el acné desaparece.
La vitamina D, por su parte, es un nutriente que mejora el metabolismo de la piel y el crecimiento de las células, por lo que minimiza la apariencia de las cicatrices; mientras que la K, ayuda a hidratar.
Señales para tener en cuenta
Algunas de las señales que indican que el cuerpo no está consumiendo suficientes vitaminas son, por ejemplo, que las heridas tardan en sanar. Esto se debe a la falta de vitaminas C y K, las cuales contribuyen a que la sangre coagule.
Si faltan vitaminas C y algunas del grupo B, el cuerpo hace un esfuerzo extra que puede provocar cansancio e ir acompañado de una cierta apatía y somnolencia. Los menús desequilibrados, pobres en frutas, hortalizas y cereales integrales, provocan estas señales.
Otro de los indicios más comunes que evidencian que hay carencia de vitaminas es la pérdida de peso inexplicable. En este caso le pueden estar faltando al cuerpo algunas del grupo B, que ayudan en la absorción de carbohidratos y su conversión en energía. También se pueden presentar desequilibrios hormonales, caída del cabello y dolor en los huesos.