Pandemia
Lambda: ¿variante de preocupación de la covid-19?
Mientras hace de las suyas en Perú, esta nueva modificación del covid-19 se expande rápidamente en Suramérica. Esto es lo que se sabe de ella.
Las variantes siguen torpedeando el regreso del mundo a la normalidad. La delta, identificada por primera vez en India, ha provocado una explosión de casos en Europa y amenaza con ensombrecer los logros alcanzados en Estados Unidos. Y, si bien delta, la más contagiosa hasta el momento, está lejos de ser controlada, ya hay otras circulando y podrían ser también una amenaza.
Una de ellas es la conocida como lambda, causante del aumento de casos en Perú, el país más afectado por covid en cuanto a mortalidad. Allí, según los estudios epidemiológicos, se la considera responsable de más de 90 por ciento de los nuevos casos de covid-19, un gran aumento si se tiene en cuenta que en diciembre esta cifra no superaba el 0,5 por ciento.
Lambda fue detectada en Perú en agosto de 2020 y mantuvo un bajo perfil, a la sombra de otras variantes, hasta ahora. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la catalogó como de interés el pasado 14 de junio debido a su presencia en más de 29 países de Latinoamérica y su capacidad para adaptarse a la población. También circula en Estados Unidos, México, Reino Unido, España y Alemania. En Chile aparece en 31 por ciento de los casos secuenciados en los últimos 60 días, a pesar de que 58,6 por ciento de la población chilena se encuentra vacunada.
Pablo Tsukayama, microbiólogo de la Universidad Cayetano Heredia en Lima, Perú, no está seguro de cuál es la razón del alto nivel de infecciones en Chile, pero todo apunta a una causa multifactorial. Por un lado, es probable que las vacunas utilizadas por el Gobierno no sean tan efectivas para contrarrestar el virus. Por otro lado, la gente se confió muy pronto. Si se tiene en cuenta que una sola dosis confiere apenas 3 por ciento de efectividad, mientras que con dos esta sube a 56,5 por ciento, algunos creen que en Chile la alta cobertura alcanzada en las primeras dosis le hizo creer a la gente que ya estaba segura.
“Las restricciones fueron relajadas apresuradamente y eso podría haber llevado al aumento”, le dijo Tsukayama a la revista National Geographic. Pero también podría ser porque las principales variantes en circulación, gamma y lambda, pueden tener mutaciones que les facilita escaparse del sistema inmune, lo que lleva a que las vacunas no sean tan efectivas con ellas.
Precisamente, la posibilidad de que lambda sea capaz de esquivar el sistema inmune llevó a la OMS a considerarla variante de interés. Esta categoría se usa cuando un virus tiene cambios genéticos significativos que podrían afectar su transmisibilidad, la severidad de la enfermedad, la habilidad de escapársele al sistema inmune o cuando puede influir en el diagnóstico, es decir que las pruebas disponibles no la detecten o, en la terapia, que los medicamentos para tratarla no sirvan. Asimismo, se la considera así cuando la variante está propagándose rápidamente en la comunidad.
Por ahora, los cambios genéticos de lambda ocurren en la proteína espícula. Los científicos han identificado mutaciones en un gen, el ORF1ab, también presente en otras variantes de preocupación, como alfa, beta y gamma, y que les ayuda, en parte, a replicar el coronavirus y a contrarrestar la respuesta inmune de los humanos. Otra mutación, identificada como T859N, también presente en otra variante denominada Iota, se extiende actualmente en la ciudad de Nueva York.
Y existe, además, la mutación L452Q, estudiada en un trabajo de la Universidad de Nueva York (NYU), gracias al cual se concluyó que se trata de una mutación similar a las reportadas en variantes como delta que parecen afectar su susceptibilidad a los anticuerpos. Según los científicos, esas mutaciones en la variante lambda podrían, potencialmente, llevar a más transmisibilidad o a un incremento en su resistencia a los anticuerpos desarrollados, ya sea por vacunación o por exposición al virus.
Cabe agregar, sin embargo, que el estudio aún no ha sido evaluado por pares, y, lo más importante, los resultados sugieren que las actuales vacunas seguirán protegiendo contra la variante lambda. Así lo ha dicho a los medios de comunicación Nathaniel Landau, microbiólogo de la NYU, quien trabajó en dicho ensayo. Para él, las vacunas basadas en mRNA, como las de Moderna y Pfizer, protegen de manera efectiva contra lambda así como contra delta.
Pero esta semana, en un estudio realizado también por científicos de la NYU, la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Johnson & Johnson mostró mucha menos efectividad contra ambas variantes que contra el virus que circuló al comienzo de la pandemia. Es necesario aclarar que los hallazgos resultaron de experimentos hechos en muestras de sangre y en el laboratorio, lo cual podría no reflejar la efectividad de la vacuna en el mundo real.
No obstante, tal conclusión se suma a la ya creciente evidencia de que los inoculados con dicha vacuna deben recibir una segunda dosis, ojalá de alguna de las dos vacunas de mRNA. Otro estudio, que tampoco ha sido revisado por pares, observó, además, que lambda puede escapar de los anticuerpos neutralizantes producidos por la CoronaVac, producida por Sinovac. A pesar de esto, los expertos insisten en que todas protegen contra la enfermedad grave y la muerte por covid-19.
Quienes están en mayor riesgo siguen siendo los no vacunados. Por eso, en todo el mundo, la lucha es lograr que no se discuta sobre las diferentes eficacias de las vacunas, sino que todos tengan la oportunidad de un pinchazo en el brazo con cualquier dosis de las autorizadas y disponibles.
A pesar de todo lo dicho, para la viróloga Fernanda Gutiérrez, de las variantes no es mucho lo que se sabe y se requiere de más tiempo para conocerlas a fondo. Según explicó, las variantes de interés y preocupación “lo único que tienen hasta ahora es mayor fitness, un término en genética que se usa para señalar que un virus tiene mayor capacidad de entrar en el cuerpo humano y de multiplicarse”. Por tanto, aunque parecen más peligrosas, la verdad es que ninguna escapa aún a las pruebas de laboratorio y son atacadas por las vacunas existentes. Además, dice que las variantes no han hecho al covid más mortal.
Para Gutiérrez, la menos estudiada es lambda. “De ella no sabemos nada y todo lo que se diga son especulaciones”, enfatizó. Por ahora está clasificada como variante de interés, pero, según Maria van Kerkhove, funcionaria de la OMS, los países deben seguir haciéndole seguimiento para ver si puede ser calificada como de preocupación. Esto pasaría si lambda demuestra ser más transmisible y severa.
Aun cuando lambda continúa ganando terreno, la atención hoy reside en delta. Por el momento, lo que hay que saber de lambda es que “no es más aterradora que delta. La clave es que ambas son variantes altamente transmisibles. Pero, si recibe la vacuna, lo más probable es que esté protegido”, señaló Landau, pues, según explicó, “la tasa de infección con estos virus disminuirá en las áreas donde la gente recibe la inmunización”.