VIDA MODERNA
Las 7 señales de la prediabetes a las que se debe prestar atención
Los pacientes que sufren de esta condición están a tiempo de adecuar su estilo de vida y prevenir la diabetes.
Los hábitos que forman parte del estilo de vida influyen en el estado de salud, aunque no siempre se tenga plena consciencia de ello. Aunque predecir una enfermedad no está bajo el control de las personas, sí existen factores de riesgo que pueden manejarse a tiempo para evitar complicaciones de salud.
A lo largo de los años, conforme se asiste a los chequeos periódicos de salud, los médicos recalcan la importancia de cuidar la alimentación, de hacer ejercicio y de seguir los tratamientos indicados en caso de que se padezca una afección particular.
Son responsabilidades del paciente que pueden mejorar su calidad vida, y que en el caso de la prediabetes pueden marcar la diferencia entre pasar o no el límite hacia la diabetes, una condición que, según alerta la Organización Panamericana de la Salud, afecta a más de 60 millones de personas tan solo en el continente y más de 420 millones en el mundo.
Casi que como una notificación de que aún se está a tiempo de aprovechar un beneficio, la prediabetes indica que la cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo todavía no supera los márgenes para diagnosticar directamente la diabetes, aunque se encuentren fuera del rango normal, como asegura la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus.
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¿Eso quiere decir que se puede evitar la diabetes?
Antes hay que explicar un detalle: la diabetes no se presenta de una única forma. Los profesionales de la salud clasifican esta enfermedad de acuerdo con los factores que la generen, así diferencian entre dos principales: por un lado, la diabetes tipo 1, cuya característica base es que hay una insuficiencia de insulina, la hormona reguladora del azúcar, lo que implica que los pacientes necesiten suplementos de insulina para bajar los elevados niveles de glucosa.
La diabetes tipo 2, por su parte, no hace a los pacientes insulinodependientes, aunque sí esté asociada con una falla en el funcionamiento de esta hormona. Más bien, su factor distintivo es que puede estar causada por los malos hábitos alimenticios y de vida en general.
Teniendo presente lo anterior, la Asociación Americana de la Diabetes señala que las personas diagnosticadas con prediabetes es porque presentan tendencia a desarrollar diabetes del tipo 2 y, por tanto, están a tiempo de ajustar el camino y tomar las medidas necesarias para mitigar su desarrollo. “En realidad pueden devolver los niveles de glucosa (azúcar) en sangre a un rango normal”, añaden.
En este caso, la responsabilidad de la prevención de la diabetes se convierte en un trabajo entre el médico y el paciente. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades mencionan tres puntos que se deben abordar para mejorar gradualmente:
- Establecer un plan de nutrición balanceado, alimentarse sanamente y evitar los azúcares en exceso.
- Determinar si se requiere bajar de peso y, de ser así, diseñar la rutina más propicia para ello, teniendo en cuenta el peso recomendado para la persona según edad, sexo, altura, entre otros criterios.
- Realizar por lo menos 150 minutos de ejercicio semanalmente.
Siete factores a los que prestarle atención
Las personas prediabéticas pueden disminuir sus probabilidades de padecer de dicha enfermedad crónica; ello precisa estar alerta a los signos que puedan indicar que se está en el límite entre una afección y otra.
Es decir, pese a que la prediabetes no aparece con una sintomatología notoria, cuando se empiezan a evidenciar ciertas molestias, es posible que sean indicativo de que los niveles se han elevado sobre el rango de la prediabetes y sea clasificado como diabético, explican desde Mayo Clinic.
Así, se listan siete señales a las que se debe prestar atención si se es prediabético:
- Cambios en el apetito, generalmente se presenta un incremento en las ganas de comer.
- Fatiga.
- Calambres o entumecimiento en las manos y pies.
- Orinar con mayor frecuencia.
- Problemas con la capacidad visual: visión borrosa o nublada.
- Sed constante.
- Adelgazamiento involuntario.
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