Vida moderna
Las cuatro señales del inicio de osteoporosis que se deben tener en cuenta
Es importante tener una dieta rica en calcio y vitamina D para disminuir el riesgo de esta enfermedad.
La osteoporosis es una enfermedad que vuelve frágil los huesos, haciéndolos débiles y quebradizos. Cualquier persona puede padecerla, pero es más común en personas adultas mayores, mujeres y en quienes tienen baja densidad ósea.
La Sociedad Americana de Oncología Clínica agrega que la pérdida de masa ósea también puede deberse a otros factores, diferentes a la edad, como los siguientes:
1. Cáncer que se ha diseminado a los huesos. Este tipo de cáncer hace que los huesos se debiliten en determinados lugares. Los cánceres que se diseminan con más frecuencia a los huesos incluyen:
- Cáncer de mama
- Cáncer de próstata
- Mieloma múltiple
- Cáncer de pulmón
- Cáncer de hueso
- Algunos tipos de quimioterapia
2. Ser mujer, pues las mujeres tienen mayor riesgo de padecer osteoporosis que los hombres. Una de las razones de este factor de riesgo se debe a que después de la menopausia hay niveles bajos de estrógeno, hormona importante para mantener la densidad ósea.
3. Terapia hormonal para el cáncer de mama o de próstata avanzado. Este tipo de tratamiento disminuye los niveles de estrógeno y testosterona.
4. Fumar mucho y consumo excesivo de alcohol.
5. Antecedentes familiares de osteoporosis.
6. Otros medicamentos, incluidos los siguientes:
- Terapia con esteroides (como prednisona)
- Terapia con hormona tiroidea sintética
- Fármacos para la acidez estomacal.
7. Reposo prolongado en cama e inactividad.
8. Mala nutrición y no incorporar suficiente calcio y vitamina D.
9. Antecedentes raciales y étnicos. Las personas blancas o asiáticas tienen mayor riesgo de desarrollar osteoporosis.
Esta enfermedad puede ser silenciosa, es decir, quienes la padecen puede no manifestar síntomas. Según indican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los síntomas de esta enfermedad pueden variar en cada persona. Algunas de las señales que pueden alertar son las siguientes:
- “Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada.
- Pérdida de estatura con el tiempo.
- Una postura encorvada.
- Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado”.
¿Cómo prevenirla?
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos señala algunas recomendaciones que pueden contribuir a la prevención de esta enfermedad:
- Ejercitarse regularmente. Incluir ejercicios en los que se sostenga el propio peso (caminar, bailar, etc).
- Moderar el consumo de alcohol.
- No fumar. En caso de que sea necesario, buscar ayuda profesional para dejar esta práctica.
- En caso de tomar medicamentos, seguir rigurosamente las instrucciones del médico.
- Tener una alimentación saludable, que sea rica en calcio y vitamina D.
Dieta saludable
Es importante consultar un nutricionista para recibir la asesoría adecuada sobre las cantidades exactas y el tipo de comida, teniendo en cuenta las características y condición de salud de cada persona.
Sobre esa misma línea, los expertos señalan la relevancia de una dieta equilibrada, la cual sea rica en calcio y vitamina D. A continuación, algunos de los alimentos que son fuente de ambos nutrientes son los siguientes:
Calcio
- Leche.
- Queso.
- Helado
- Hortalizas de hoja verde, como las espinacas y la col rizada.
- Salmón.
- Sardinas (con espinas).
- Tofu.
- Yogur.
- Hortalizas de hoja verde: brócoli, col rizada, acelgas, repollo.
- El salmón y las sardinas que vienen enlatadas con sus huesos.
- Las almendras, las nueces de Brasil, las semillas de girasol, la tahina (pasta de ajonjolí o sésamo) y las legumbres secas.
- Melazas cocidas.
En caso de no consumir productos lácteos, también existen otras fuentes de calcio:
- Hortalizas de hoja verde (brócoli, col rizada, berza común, mostaza verde, acelgas).
- El salmón y las sardinas que vienen enlatadas con sus huesos.
- Las almendras, las nueces de Brasil, las semillas de girasol, la tahina (pasta de ajonjolí o sésamo) y las legumbres secas.
- Melazas cocidas.
Vitamina D
- Yema de huevo.
- Pescado de mar.
- Hígado.
- Leche con vitamina D agregada.