Vida Moderna
Las dos frutas que mejoran la salud del intestino y ayudan a tratar el colon irritable
Estos alimentos ricos en vitaminas y minerales ayudan a desinflamar el sistema digestivo y a mejorar la digestión.
Padecer problemas digestivos es bastante doloroso, y más cuando el colon se irrita y se inflama debido al consumo de algunos alimentos que pueden producir cólicos, gases o diarrea. De ahí la importancia de ponerle la atención requerida desde el punto vista médico.
De acuerdo con los expertos en salud, el colon es el responsable de la última parte del proceso de digestión, donde se deben almacenar los residuos de alimento a los que ya se les extrajeron los nutrientes que el cuerpo requería. Por esa razón, el colon ocupa la mayor parte del intestino grueso, y debe preparar y almacenar las deposiciones.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, detalla que “el síndrome de colon irritable (SCI) es un trastorno frecuente que afecta al intestino grueso. Los signos y síntomas incluyen cólicos, dolor abdominal, hinchazón del abdomen, gases y diarrea o estreñimiento; en algunos casos pueden aparecer estos síntomas al tiempo”.
Específicamente, este padecimiento no suele tener síntomas graves en la mayoría de pacientes; sin embargo, puede llegar a ser molesto e interrumpir las actividades diarias de una persona. Según explica el portal de la Clínica Mayo, este problema intestinal se puede tratar con un cambio en los hábitos, además de asesoría médica.
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Para tratar este problema de salud, además de acudir al médico, es esencial acudir tener una excelente alimentación rica en frutas y vegetales que aporten una buena digestión. De hecho, el portal web Seguros Catalana Occidente destaca las propiedades tanto del mango como de la sandía para tratar el colon irritable.
Por una parte, el mango contiene una gran cantidad de potasio, y se ha demostrado que un aumento de este nutriente en el organismo, junto con una disminución de la ingesta de sodio en la dieta diaria, ayuda disminuir el riesgo de padecer algunas enfermedades cardiacas, especialmente la hipertensión. Del mismo modo, el mango también ayuda al aparato digestivo gracias a sus enzimas que facilitan la digestión, disolviendo rápidamente las proteínas y disminuyendo la acidez.
“Su gran contenido en fibra ayuda al tránsito intestinal. Por tanto, añadir mango a nuestra dieta ayudará a mejorar nuestra digestión y disminuirá el riesgo de problemas intestinales”, indica el portal web 20 Minutos.
Respecto a la sandía, esta hace parte de la lista de alimentos recomendados para el proceso digestivo, dado que contiene una importante cantidad de agua, lo que le permite ayudar a hidratar y mantener un buen movimiento intestinal.
Otros alimentos para mejorar la función intestinal
Aunque las frutas ayudan a equilibrar la dieta, hay otros alimentos que son clave para evitar las afectaciones en el colon. La fibra es uno de ellos porque ablanda las heces y facilita la evacuación.
Los expertos mencionan dos tipos de fibra: la soluble, que se encuentra en las frutas y productos de avena, y la insoluble, que puede hallarse en los productos integrales y en las verduras. Las investigaciones sugieren que la primera es mejor para aliviar los síntomas del colon irritable.
Es importante agregar los alimentos con fibra poco a poco a la dieta para que el cuerpo se vaya acostumbrando a estos productos. Demasiada fibra a la vez puede causar gases, lo que ocasiona un efecto contrario en el intestino. Agregar fibra a la dieta lentamente, de dos a tres gramos por día, puede ayudar a prevenir los gases y la hinchazón.
Según Clínica Mayo, el síndrome de colon irritable es un trastorno frecuente que afecta al intestino grueso. Los signos y los síntomas incluyen cólicos, dolor abdominal, hinchazón abdominal, gases y diarrea o estreñimiento (o ambos). Se trata de un trastorno crónico que se tiene que controlar a largo plazo.
Sus expertos indican que una pequeña cantidad de personas con síndrome de colon irritable tienen signos y síntomas graves. La mayoría pueden controlarlos con cambios en la dieta, el estilo de vida y en el nivel de estrés. Los síntomas más graves se pueden tratar con medicamentos y asesoramiento.