Vida Moderna

Las enfermedades causadas por el consumo en exceso de agua

Este líquido es importante para el funcionamiento del organismo.

10 de octubre de 2022
Importancia de moderar el consumo de agua.

Tomar agua diariamente es importante para que el cuerpo funcione correctamente. De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, cada célula, tejido y órgano necesita agua para funcionar.

Este líquido hace posible algunos procesos como: el mantenimiento de la temperatura en niveles normales, eliminación de desechos a través de la orina, lubricación de articulaciones, entre otros. Sin embargo, su consumo debe ser moderado.

De acuerdo con el portal web La Vanguardia el exceso de consumo de agua puede afectar negativamente el organismo de varias formas. En primer lugar, al presentarse exceso de líquido, los riñones no pueden procesarlo completamente.

“Este se va acumulando en el organismo, provocando un malestar que puede llegar a las náuseas, vómitos y diarrea. Los dolores de cabeza recurrentes son tanto un signo de deshidratación como de lo contrario. Al beber demasiada agua, se reduce la concentración de sal en el riego sanguíneo, lo que lleva a un crecimiento de las células de los diferentes órganos corporales, incluido el cerebro”, explica el portal.

La salud cardíaca también se ve afectada, pues este exceso de líquido hace aumentar el volumen de la sangre, ejerciendo una presión en los vasos sanguíneos y el corazón.

Asimismo, sentirse cansado también es otra de las consecuencias. “Los riñones, que son los encargados de filtrar el agua, tienen la misión de mantener equilibrado el nivel de líquidos en la sangre. Si les llega más de lo que pueden filtrar, el exceso de trabajo provoca una reacción de estrés hormonal que afecta a la musculatura y hace sentir fatiga general”, detalla La Vanguardia.

¿Cuánta agua se debe tomar diariamente?

Se debe tener en cuenta que en la rutina diaria se pierde agua a través de la respiración, la orina, el sudor y las deposiciones. Esta pérdida debe reponerse con la ingesta de productos y alimentos que contengan agua.

Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos señalan un aproximado sobre la cantidad diaria de ingesta de líquidos para las personas, según su sexo: alrededor de 3,7 litros para los hombres y de 2,7 litros para las mujeres.

En caso de querer conocer la cantidad de líquidos necesaria específicamente, según la condición de salud de cada individuo, se puede consultar a un médico y recibir la asesoría profesional adecuada.

Mayo Clinic explica varios factores que se deben tener en cuenta para la ingesta total de líquidos diaria:

  • Ejercicio: si se realiza actividad física, se debe ingerir agua antes durante y después.
  • Clima: la temporada y el clima donde se vive es fundamental, debido a que el clima cálido hace sudar más y se necesita de una mayor hidratación.
  • Embarazo y lactancia: puede que la mujer necesite más líquidos para no deshidratarse.

Deshidratación

La deshidratación puede ser leve o grave, dependiendo de la cantidad de líquido corporal que se haya perdido o que no se haya repuesto. En el primer caso, puede deberse a fiebre, sudoración excesiva, vómitos o diarrea. En el segundo, no se reponen los líquidos porque no se tiene sed, se presentan náuseas, dolor de garganta o úlceras bucales.

Los adultos mayores y las personas que tengan enfermedades como la diabetes tienen un mayor riesgo de tener deshidratación. En caso de presentar deshidratación grave, es importante acudir a urgencias inmediatamente para recibir la atención adecuada.

Deshidratación leve o moderada

  • Sed.
  • Boca seca o pegajosa.
  • No orinar mucho.
  • Orina amarilla oscura.
  • Piel seca y fría.
  • Dolor de cabeza.
  • Calambres musculares.

Deshidratación grave

  • No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar.
  • Piel seca y arrugada.
  • Irritabilidad o confusión.
  • Mareos o aturdimiento.
  • Latidos cardíacos rápidos.
  • Respiración rápida.
  • Ojos hundidos.
  • Apatía.
  • Shock (flujo sanguíneo insuficiente a través del cuerpo).
  • Inconsciencia o delirio.

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