VIDA MODERNA

Las enfermedades neurológicas que evita el consumo de vitamina D

La vitamina D es un importante factor protector en el inicio y el progreso de dichas afecciones neurológicas.

30 de diciembre de 2022
Pequeñas mujeres comiendo pescado graso, vitamina D, queso y tomando el sol
La vitamina D es indispensable para la salud del cerebro y los huesos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El proceso del envejecimiento es una etapa por la que tendrán que atravesar todas las personas; su llegada se hace visible principalmente en el rostro con la aparición de arrugas o líneas de expresión, sin embargo, durante este periodo de vida también se ven afectados varios órganos del cuerpo, principalmente el corazón y el cerebro. La enfermedad más diagnosticada en esta etapa y que afecta de manera directa al cerebro es el Alzheimer.

Según explica la biblioteca nacional de medicina y salud de los Estados Unidos, MedlinePlus, los primeros síntomas de los pacientes que han sido diagnosticados con esta patología se manifiestan cuando empiezan a olvidar acontecimientos que ocurrieron días e incluso horas atrás; por lo general, olvidan los nombres y el parentesco que tienen con las personas que los rodean y esto se debe a que las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje se ven fuertemente afectadas.

Este padecimiento le genera al paciente diagnosticado serios problemas para continuar con su vida normal en curso; y es por esto, que conforme a como avanza la enfermedad, estas personas ya no pueden andar, ni permanecer solas y necesitan de un acompañante permanente, bien sea un familiar o un profesional de la salud como lo es un enfermero o enfermera.

El portal de la revista científica Sanum mencionó que en los últimos estudios que se han realizado se ha demostrado que la vitamina D juega un papel importante en la prevención de algunas enfermedades neurológicas. “La vitamina D participa en la regulación de la excitotoxicidad, estrés oxidativo, inducción de proteínas estructurales sinápticas, y neurotransmisores deficientes”.

La revista hizo el análisis basándose en la revisión bibliográfica de los artículos existentes y relacionados con el tema de los últimos cinco años, los profesionales analizaron los estudios escritos en español, francés e inglés.

Tras el análisis se dio a conocer que “los niveles bajos de vitamina D pueden dar lugar a enfermedades neurodegenerativas como esclerosis múltiple, demencia, Alzheimer o Parkinson. La vitamina D es un relevante factor protector en el inicio y el progreso de dichas afecciones neurológicas; sin embargo, aún no existe suficiente evidencia para ejecutar una recomendación en torno a su suplementación”.

La mujer de 63 años de edad llegó a Miami, pero nunca se encontró con la persona que la esperaba en el aeropuerto
Los niveles bajos de vitamina D pueden dar lugar a enfermedades neurodegenerativas como esclerosis múltiple, demencia, Alzheimer o Parkinson. | Foto: Getty Images / ljubaphoto

Cómo obtener vitamina D

La vitamina D se puede obtener por medio de la ingesta de suplementos que contengan dicho componente, también se puede adquirir por medio de alimentación a través del conusmo de determinados alimentos o por medio de la exposición al sol; sin embargo, esta debe hacer con la debida protección para evitar envejecimiento prematuro o cáncer de piel.

El portal de salud, medicina y cuidado personal Tua Saúde menciona que los alimentos ricos en vitamina D son principalmente los de origen animal; sin embargo, existen otros alimentos que pueden ser fortificados con esta vitamina. El medio brinda una lista de alimentos que contienen este componente:

  • Aceite de hígado de bacalao.
  • Aceite de salmón.
  • Salmón.
  • Ostras crudas.
  • Arenque fresco.
  • Leche fortificada.
  • Huevo cocido (la yema tiene un alto contenido de esta vitamina)
  • Carnes (pollo, pavo, puerco) y vísceras en general. (Al ser una vitamina liposoluble esta presente en todos los tejidos animales).
  • Carne de res.
  • Hígado de gallina.
  • Sardinas enlatadas en aceite vegetal.
  • Hígado de res.
  • Yogur.
  • Queso cheddar.
  • Pez espada.
  • Trucha.
  • Leche de soya fortificad.
  • Champiñones.