Vida moderna
Las enfermedades y problemas que ocasiona comerse las uñas
Tener este hábito puede traer grandes consecuencias para la salud del organismo.
Comerse las uñas es un problema muy habitual a cualquier edad, y puede llegar a tener grandes consecuencias negativas para la salud. Este contratiempo es conocido como onicofagia y ser realiza de manera inconsciente.
La principal razón de comerse las uñas se debe a la ansiedad, ya que la mente encuentra una vía de escape para los pensamientos negativos y demás preocupaciones. Los cuadros de estrés también activan la onicofagia.
Una de las formas más efectivas para dejar este mal hábito, es probando esmaltes con sabor amargo o vendarse las uñas. Entre las consecuencias negativas que puede traer esta práctica es el crecimiento y estructura de la uña, ya que genera microrroturas en las diferentes capas.
Asimismo, el portal Mejor con Salud da a conocer un listado de las demás afectaciones que puede llegar a generar esta problemática y son las siguientes:
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Enfermedades bacterianas
Las uñas es uno de los lugares más prolíficos para las bacterias, ya que los dedos están en una constante manipulación de objetos que pueden estar contaminados; es por eso que cuando las personas se llevan directamente los dedos a la boca estos microorganismos pasan a las mucosas y allí directamente al organismo.
Falta de crecimiento
Cuando la uña es masticada hasta lo más profundo, esta tarda mucho en crecer; sin embargo, crece de forma inadecuada, motivo por el cual provoca que los dedos no se vean bien afectando la belleza de las manos.
Dolores
Realizar esta práctica puede llegar a generar un dolor insoportable al momento de coger algún objeto, abrir alguna envoltura, usar diferentes herramientas, escribir en el ordenador o dispositivo móvil.
Enfermedades infecciosas
Según una investigación de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, España, comerse las uñas puede llegar a causar una enfermedad llamada paroniquia. Esta infección provoca hinchazón, enrojecimiento y producción de pus.
Recomendaciones para dejar de morderse las uñas
Al tratarse de un hábito o un acto reflejo que se produce para combatir momentos de ansiedad, la mejor manera de sobreponerse a esto es con la ayuda de un psicólogo, quien trabajará en pautas de comportamiento que ayudarán a controlar este impulso.
Según el portal de Sanitas, al mismo tiempo, también se puede recurrir a un odontólogo para que recomiende el uso de una férula especial que impida que se puedan juntar los incisivos superiores e inferiores, imposibilitando así que se pueda cortar la uña con los dientes.
Morderse las uñas puede traer severas consecuencias, no solo para la salud de los dedos y de la misma uña, sino que puede causar problemas oclusivos en la dentadura que pueden desencadenar en un tratamiento de ortodoncia, sin mencionar que también se afecta la estética de las manos y los labios.
- Envolver las puntas de todos los dedos con tiritas o esparadrapo para evitar que haya un contacto directo entre las uñas y la boca.
- Mascar chicles sin azúcar para sustituir el impulso de comerse las uñas.
- Buscar una ocupación que exija concentración para sustituir el acto reflejo de morderse las uñas.
- Hacer ejercicio físico para combatir situaciones de ansiedad.
- La técnica de recurrir a un sabor desagradable puede ser una buena opción. En algunos casos usar esmalte resulta, pero si se prefiere una alternativa más natural se puede utilizar el áloe vera, cuyo sabor no es muy agradable.
- Las rutinas de higiene consiguen que las uñas estén siempre con buena forma y esto se puede convertir en una motivación para mantenerlas en buen estado, sin mordiscos. Además, se evitará tener padrastros o cueritos sueltos, lo que ayudará a no acercar los dedos a la boca para tratar de quitarlos.
- Usar guantes para dejar de comerse las uñas y mantener las manos protegidas.
- Si resulta incómodo el truco de las tiritas, usar uñas postizas o acrílicas.
El mejor método para dejar de comerse las uñas es poder dedicarse tiempo e identificar cuál es el problema o el detonante que provoca el estrés o la situación de ansiedad que se está viviendo.