Vida Moderna
Las frutas diuréticas que mejoran la circulación en las piernas y ayudan a aliviar las várices
Con cambios positivos a la alimentación, es posible gozar de varios beneficios.
Para nadie es un secreto que al llegar a cierta edad avanzada, las complicaciones de salud terminan siendo más frecuentes que en tiempos anteriores. Por esa razón, mejorar los hábitos con anticipación es clave para impedir ser testigo de sus efectos.
Entre las complicaciones más comunes que acomplejan a las personas están las relacionadas con la salud cardiovascular. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 30 % de las mujeres tienen patologías de este tipo y el 50 % de las mayores de 65 años la padecen.
Es cierto que cierta mala circulación en las piernas es hereditaria, al igual que los cambios hormonales acompañantes a la menopausia pueden exacerbar la condición. Sin embargo, se ha demostrado que las dietas altas en vegetales y pescado (alimentos ricos en fibra, antioxidantes y ácidos grasos poliinsaturados) ayudan a fortalecer el sistema venoso.
La mayoría de las verduras son desintoxicantes y diuréticas por su alto contenido en agua y potasio y su bajo contenido en sodio. También están llenos de fibra, antioxidantes y poca cantidad de calorías. Los expertos del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla exponen en su informe Abordaje de la desnutrición en pacientes hospitalizados con diabetes/hiperglucemia e insuficiencia cardíaca una serie de recomendaciones alimentarias.
Comer una ensalada a base de lechuga, escarol, apio, berros, canónigos o espárragos a diario será positivo para el cuerpo, al igual que consumir cremas de puerros, espinacas, o alcachofas salteadas.
La quercetina, la hesperidina y el limoneno son la razón del por qué las verduras son necesarias, debido a que son clases de flavonoides abundantes en estos alimentos. Son útiles para mejorar la circulación al ser de corte antioxidante. Eso significa que protege las venas y las arterias del daño de los radicales libres. Además, cuentan con propiedades antiinflamatorias y vasoconstrictoras.
Para sacarles provecho, los expertos recomiendan consumir durante el desayuno una infusión de té verde junto a un tazón de cereales integrales con arándanos y bebida de soja. Para la media mañana, el menú sugerido es un jugo de naranja con un par de galletas integrales.
Llegado el almuerzo, una apuesta interesante es una ensalada de canónigos con tomate, espárragos verdes y vinagreta de aguacate, junto a un lomo de salmón al eneldo con arroz integral. También se puede acompañar con piñones tostados y yogur griego.
En caso de desear una merienda en la tarde, la recomendación es una infusión de castaño de Indias con una tostada integral de puré de garbanzos. Finalmente, la cena puede ser una crema fría de apio, cebolla, papa, caldo vegetal y cebollino picado junto a una tortilla de calabacín con barquitas de nísperos con requesón.
Un alimento sugerido por los expertos es el pescado azul, por el hecho que tiene efectos curativos. La caballa (un tipo de pescado azul) tiene incidencia en la salud por el hecho que aporta ácidos grasos poliinsaturados omega-3 (EPA y DHA) que mejoran la circulación.
Los lípidos presentes en su estructura también reducen el colesterol y eliminan la hinchazón o dilatación de las venas para mejorar la fluidez de la sangre e impedir la formación de trombos o coágulos.
Las comidas mencionadas pueden ser acompañadas con arándanos, moras, fresas, frambuesas y cerezas, debido a que los expertos indican que mejoran la circulación periférica al proteger las paredes de los vasos capilares y venosos. De la misma forma, son diuréticos por lo que impiden la hinchazón.
De nada sirve la alimentación óptima si se conserva un sedentarismo constante. Para darle razón a la buena comida, se requiere hacer ejercicio. La recomendación es hacer ejercicio cada mañana o cada noche. Una actividad en particular recomendada son las que ponen en forma los gemelos, muslos, talones y salud cardiovascular.