Vida Moderna
Las graves consecuencias para la salud de comer papas fritas tres días seguidos
El consumo diario de papas fritas puede ocasionar diabetes tipo 2 y generar cáncer.
Las papas fritas pueden poner en riesgo la salud de las personas de varias maneras. La primera es el aumento de peso, pero además, el consumo de esta guarnición diariamente puede ocasionar diabetes tipo 2 y producir cáncer.
Es cierto que las papas fritas son una de las comidas preferidas para muchas personas y acompañan muchos de los platos principales, pero no es recomendable consumir este producto en exceso. La ingesta de papas fritas se ha normalizado en el mundo actual y las personas no dimensionan el riesgo a la salud que puede generar su consumo diario.
Conviene subrayar que la patata en sí, no representa ningún riesgo para la salud, al contrario, ya que es un alimento saludable que está dentro de la dieta, aporta vitamina C para fortalecer el sistema inmunológico, potasio para fortalecer los músculos, Vitamina B6 para la formulación de glóbulos rojos y anticuerpos. Adicionalmente, contiene altas dosis de colina que regula la memoria y el estado de ánimo.
La papa es un gran alimento para el consumo diario, las afectaciones ocurren cuando esta se fríe, ya que pueden convertirse en un alto concentrado de grasas saturadas, generando complejas consecuencias al cuerpo. Algunas de ellas son:
Lo más leído
Aumento de peso
Después de repasar los beneficios base de consumir patata todos los días, toca centrarse en el método de elaboración, la fritura. De acuerdo con Raquel Ramírez, dietista nutricionista, especialista en acción metabólica, “las patatas fritas son al final grasas saturadas”.
Este tipo de grasa puede elevar el colesterol en la sangre, aumentando la probabilidad de sufrir enfermedades del corazón y cerebrovasculares. También eleva los niveles de ‘colesterol malo’ (LDL) y reduce los niveles del ‘colesterol bueno’ (HDL). De forma general, esto favorece un aumento de peso.
Al respecto, la Asociación Americana del Corazón recomienda una dieta que no supere del 5 al 6 % de calorías provenientes de este tipo de grasa. Es decir que, de 2.000 calorías diarias, como máximo 120 pueden tener este origen, que serían alrededor de 13 gramos.
Hiperpalatables
El problema no solo radica en el aceite donde se fríen. Un estudio de la Universidad de Deakin, en Australia, descubrió que debido a que las patatas fritas suelen llevar mucha sal, esto puede promover el consumo excesivo de alimentos grasos. Lo que sería la explicación al por qué son tan adictivas, en la cual el glutamato también tiene mucho que ver, ya que esta sustancia que estimula el apetito se encuentra en las patatas fritas de forma natural.
En el caso de las patatas fritas de bolsa y no de freidora, existen investigaciones que relacionan su textura crujiente con la adicción. El crujido en la boca podría producir una satisfacción similar al ASRM que provocaría que el consumidor continuara la ingesta a pesar de sentirse saciado.
Diabetes y cáncer
En un análisis publicado por la revista Journal of Clinical Nutrition, se analizó la dieta de distintos individuos a lo largo de los años, centrándose en el consumo de comida rápida y fritos. La investigación concluyó que consumir de forma habitual este tipo de alimentos se asoció significativamente con el riesgo de incidencia de diabetes tipo 2 y enfermedad coronaria.
Las patatas fritas también contienen acrilamida, un compuesto que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer, “puede llegar a ser cancerígeno”. Esta sustancia puede producirse cuando los alimentos que contienen el aminoácido asparagina, como las patatas, se calientan a altas temperaturas en presencia de algunos azúcares.
En otros estudios realizados con animales se encontró que la exposición a la acrilamida incrementa el riesgo de varios tipos de cáncer, ya que en el cuerpo, esta sustancia se convierte en un compuesto llamado glicidamida, la cual causa mutaciones y daños al ADN.