Vida Moderna
Las mejores hierbas naturales para calmar el colon irritable
Solo el médico puede determinar si se sufre de esta afección y el tratamiento necesario para tratarla.
El colon irritable es un trastorno de los intestinos que habitualmente se caracteriza por dolor abdominal, flatulencia y cambios en los hábitos intestinales de una persona. Esto puede incluir diarrea, estreñimiento o ambos, en el que uno se presenta después del otro.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), tan solo en dicho país norteamericano el síndrome de colon irritable afecta a unos 15,3 millones de personas.
La FDA indica que es posible que los síntomas sean intermitentes y pueden cambiar en el mismo paciente. A veces, el dolor por esta afección puede ser tan intenso que se vuelve incapacitante y los pacientes no pueden realizar labores cotidianas.
Del otro lado, están aquellas personas que no se dan cuenta de que tienen este trastorno gastrointestinal. Es posible que sufran de estreñimiento y diarrea ocasionales y que crean que se debe a algo que comieron o a algún virus.
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El colon irritable es más común entre las personas menores de 45 años y, generalmente, los pacientes empiezan a experimentar los síntomas entre los 25 y los 30. Las personas que tienen antecedentes en su familia también son más propensas a presentar la enfermedad.
Aunque algunos pacientes necesitan medicamentos para controlar los síntomas, también es posible hacer cambios significativos en la alimentación y el ejercicio. Además, el portal especializado Mejor con Salud recomienda algunas hierbas con las que es posible aliviar el colon irritable:
1. Valeriana: es una planta cuya raíz contiene aceites esenciales con efectos sedantes y relajantes, que ayudan a reducir el nerviosismo y la agitación, además de ayudar a conciliar el sueño y lograr que este sea más reparador. Esta planta también tiene propiedades antiespasmódicas, digestivas y antiinflamatorias que controlan el dolor, según afirma este estudio de la Universidad Shiraz (Irán).
2. Menta: el estudio Peppermint oil for the treatment of irritable bowel syndrome: a systematic review and meta-analysis, publicado en The Journal Clinical Gastroenterology, explica que la menta, es “un tratamiento a corto plazo seguro y eficaz” para el colon irritable.
3. Tomillo: esta hierba aromática contiene un alto aporte en fibra, que ayuda a combatir el estreñimiento y regula el tránsito intestinal. Esta planta no solo es ideal para el colon, pues cuenta con un alto contenido en calcio y fósforo, necesarios para el mantenimiento de huesos y dientes.
4. Llantén: una infusión de esta planta suele ser un buen remedio casero para combatir el colon irritable. Sus componentes antiinflamatorios mejoran la actividad del intestino, por lo que ayuda con el estreñimiento y alivia el dolor.
5. Anís: es una de las hierbas más utilizadas para esta enfermedad pues es un excelente antiinflamatorio y disminuye el dolor. Sus compuestos también estimulan el movimiento del intestino, por lo que se facilita la eliminación de deshechos.
Teniendo en cuenta que este padecimiento afecta entre el 6 % y 18 % de personas en todo el mundo, de acuerdo con el portal especializado Healthline, las dietas, el estrés, el mal sueño y los cambios en las bacterias de los intestinos pueden activar los síntomas.
Sin embargo, los detonantes son diferentes para cada persona y por eso es difícil determinar los alimentos o estresores específicos que pueden generar el trastorno. Estos son algunos de los síntomas más comunes, según este sitio web, especializado en salud:
- Dolor y cólicos. El dolor abdominal es factor clave en el diagnóstico. Normalmente, los intestinos y el cerebro trabajan juntos para controlar la digestión. Esto sucede a través de las hormonas, los nervios y las señales liberadas por las bacterias buenas que viven en tu intestino.
- Intolerancia a los alimentos. Hasta el 70 % de las personas con este padecimiento reportan que algunos alimentos en particular activan los síntomas.
- Ansiedad y depresión. Cualquiera que sea el orden en el que aparecen, la ansiedad y los síntomas de esta afección se refuerzan mutuamente en un círculo vicioso.